Este lunes de puente vacacional continuó la afluencia de pasajeros en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Miles de turistas nacionales y extranjeros viajaron a diferentes destinos de playa, como Cancún, Puerto Vallarta, Acapulco y la Riviera Maya.

No obstante, algunos viajeros experimentaron angustia, desesperación, enojo y frustración debido a que se quedaron varados varias horas por el retraso de vuelos, principalmente de aerolíneas de bajo costo.

Incluso, algunos reclamaron en los mostradores que tenían más de cinco horas esperando abordar el avión de Volaris con destino a Mérida, Yucatán.

Otros pasajeros se quejaron de los retrasos hasta de cuatro horas en el traslado de Vivaerobus a Guadalajara, Jalisco.

La atención de los trabajadores es pésima; las filas no se dan abasto y cuando llegas a documentar hacen muecas. No sólo eso: según es de bajo costo y terminas pagando por cualquier cosa.

En los monitores de horarios de vuelos es común ver las operaciones demoradas. Ayer, los destinos a Monterrey, Ciudad Juárez, La Paz, Ciudad del Carmen, Oaxaca, Zihuatanejo y Cancún, por mencionar algunos, tuvieron atrasos hasta de tres horas.

También algunos aterrizajes llegaron tarde. Entre ellos, los procedentes de Palenque, Puerto Vallarta, Villahermosa y Chihuahua. Sin embargo, las aerolíneas no registran los itinerarios con más de cinco horas de retardo.

En tanto, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México aplicará hasta el 3 de abril el Plan de acción para el periodo vacacional Semana Santa 2016, con el propósito de garantizar los niveles óptimos de seguridad y la adecuada operación de la terminal, así como salvaguardar a pasajeros y usuarios.

Así, se reforzarán medidas de seguridad en áreas de salidas y llegadas, filtros de revisión, salas de última espera, zonas comerciales, vialidades, estacionamientos en las dos terminales aéreas y zona operativa de calles de rodaje, pistas y plataformas.

Participan elementos de empresas de seguridad privada contratadas por el aeropuerto, la Policía Federal, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, la policía de la Ciudad de México y brigadas de seguridad que se mantendrán en alerta permanente.

También, como parte del operativo especial, se incrementan los patrullajes en el área perimetral y vialidades del aeródromo, además de que habrá recorridos permanentes en áreas públicas de las dos terminales aéreas.