Le exigen que desaparezca brigada que intimida a habitantes de la colonia Irrigación
Se compromete Gálvez a reinstalar los módulos de vigilancia que fueron destruidos
Domingo 20 de marzo de 2016, p. 27
En una asamblea vecinal, residentes de la colonia Irrigación encararon a la jefa delegacional de Miguel Hidalgo, Xóchitl Gálvez, a quien reclamaron la prepotencia con la que su personal desmanteló las casetas de vigilancia el lunes pasado y el apoyo que le confieren a la autodenominada Brigada Godínez o El ejército de Arne, que se ha sumado al retiro de obstáculos en la vía pública, pero con intimidación a los vecinos.
Yo le llamo la brigada del miedo, porque llegan a las 10 u 11 de la noche, con una camioneta y una lámpara a quitar tubos o cosas. Me doy una vuelta antes de llegar a mi casa, porque tengo pavor de encontrármelos
, expresó una vecina.
A ella se sumó otro colono, quien pidió directamente que desaparezca dicha brigada. No hay que darles facultades a quien no tiene el poder
, apuntó el residente.
No vamos a darle el apoyo a esta brigada, pero sólo les pido un favor, no pongan tubos. Sólo va a venir la delegación, pero hagamos un acuerdo de civilidad, entre vecinos, de que no está bien apartar la vía publica. Si todos hacemos un compromiso no existe la necesidad de que haya una brigada de la vía pública aquí
, respondió la jefa delegacional.
El descontento de los vecinos se hizo manifiesto desde la llegada de la delegada, a quien interrumpieron y, en medio de gritos, relataron el agravio del que fueron objeto por personal de la delegación al quitar las casetas de vigilancia, que ha-bían instalado por la inseguridad que priva en la zona.
Ante el argumento de que ninguna de las casetas tenía permiso, los afectados presentaron los documentos que las avalaban. Tomás de la Hoz aseguró que en el operativo los trabajadores hicieron caso omiso al permiso que desde 1999 le otorgaron. Nunca se identificaron, ni presentaron ninguna orden, y con prepotencia me amenazaron con remitirme al Ministerio Público
, indicó.
De frente a la funcionaria, Atziri Carranza, de la asociación de residentes, recriminó que se envalentone a un grupo que no tiene ninguna representatividad, en lugar de dialogar con la comunidad.
A tu familia la resguardas con casetas porque no confías en la seguridad de la delegación que administras, ¿por qué nos quitas esa posibilidad a nosotros? Si el argumento fue que existía una queja, ¿por qué no nos llamaste?, sobre todo si se trata de un asunto que involucra a toda la comunidad antes de tomar medias fascitas y violentas
, cuestionó.
Ante los reclamos, la delegada cambió su discurso. Después de justificar que esos espacios eran utilizados por franeleros para guardar los enseres para apartar la vía pública, aceptó que el método utilizado no fue el adecuado, se comprometió a dialogar, a reinstalar las casetas que tengan permiso e incluso a regularizar, si es necesario, las que no lo tienen.