Cómo aliviar nuestra enferma democracia
l pasado día 13 de marzo comenzó la etapa de registro de las candidaturas de los partidos políticos y, por primera vez en una elección de gobernador, de varios candidatos independientes que lograron los requisitos para participar en la contienda.
El plazo cerrará el próximo día 27 y será entonces cuando tendremos el panorama completo que resultó de los diversos mecanismos de decisión utilizados en los institutos políticos, cuya característica general es la imposición centralista, que excluyó la participación de las bases y de la ciudadanía.
Las expresiones de inconformidad por las imposiciones de candidatos en todos los partidos han sido y serán inevitables, porque son expresiones de la crisis de representación de todo el sistema político. Por nuestra parte, reafirmamos ante nuestros lectores que no variaremos nuestra política editorial definida en el marco del paradigma del desarrollo humano, que contiene a la soberanía popular y a la democracia electoral como fundamentos esenciales para sostener un Estado de bienestar. Por ello, de ningún modo, dejaremos fuera de nuestras páginas las expresiones reales y legítimas de inconformidad. No cederemos a presiones y descalificaciones.
Estamos convencidos de que la aspiración del pueblo mexicano de asumir realmente la soberanía nacional pronto se convertirá en movilizaciones masivas, a fin de lograr que las autoridades electas sepan que garantizar el bienestar general debe ser su única motivación en el ejercicio del poder que les ha sido encomendado.
Es fundamental recuperar la soberanía popular como único camino para salir del pantano de corrupción e impunidad, de inseguridad y violencia, así como de pobreza y desigualdad, reasumiendo el control de las riendas del poder del estado y poniéndolo en manos de quienes hayan dado testimonio de servicio a la colectividad y cuyo modo de vida corresponda al del promedio de las personas alejadas de la corrupción y el abuso.