Buenos Aires.

Después de una maratónica sesión, que terminó la madrugada de este miércoles, la Cámara de Diputados de Argentina aprobó por 165 votos contra 86 el proyecto que deroga las leyes Cerrojo y de Pago Soberano y que autoriza al Estado a endeudarse por un límite de 12 mil 500 millones de dólares para pagar lo que acordó el Ejecutivo con los fondos buitres.

Afuera, después de las protestas contra este acuerdo de pago celebradas hasta la noche del martes, quedaron en vigilia grupos de manifestantes que gritaron traidores, entregadores de la patria y abuchearon a los diputados que votaron favorablemente, al momento en que éstos comenzaron a salir del recinto parlamentario.

La sesión duró casi 20 horas y en ese tiempo hubo reuniones de los oficialistas de la derechista alianza Cambiemos con el grupo opositor más cercano al gobierno del Frente Renovador (FR) para realizar nuevos cambios al dictamen que debatieron los diputados.

Con estos cambios quedó establecido que se pagará cualquier acuerdo sólo después que la justicia estadunidense haya dado sentencia firme. También se estableció un límite al endeudamiento y algo que habían manifestado como una de las dudas esenciales en el debate de ayer, que figure un impedimento para que los bonistas que se adhieran a este canje tengan posibilidad de realizar nuevas acciones judiciales.

Asimismo, que se conforme una comisión bicamaral para el seguimiento de la deuda y que el gobierno entregue un informe trimestral sobre ésta. Otra de las cláusulas condiciona la aplicación de la ley a un fallo efectivo de levantamiento de las medidas cautelares para levantar los embargos impuestos contra Argentina y también que los nuevos bonos queden sujetos al pari passu (negociación colectiva), lo que permite a una mayoría de bonistas acordar una restructuración de la deuda que es jurídicamente vinculante para todos los tenedores de bonos.

En la oferta base a los bonistas, el Estado argentino no podrá pagar gastos adicionales estableciendo 0.2 por ciento en las comisiones para los bancos que operarán con agentes de pago.

La ley cerrojo prohibía al Estado ofrecer un canje de bonos en cesación de pagos en mejores condiciones que los que restructuraron. La ley de pago soberano permitía cambiar al Bank of New York Mellon como agente fiduciario del pago de los bonos de acreedores, operación trabada por el juez Griesa en 2014 ya que no hubo arreglo con los fondos NML, Aurelius y Olifant. Ambas fueron promulgadas durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

Con estas inclusiones el documento pasó al Senado, donde comenzó a discutirse este miércoles y tiene mayoría el opositor Frente para la Victoria (FpV), que votó en contra.

No es endeudándonos para pagar deuda que se van a resolver los desafíos de inclusión, empleo, bienestar para todos y protección a la madre naturaleza, sostiene Diálogo 2000, institución que agrupa a varias organizaciones y que llama al presidente derechista Mauricio Macri y a su gabinete “a asumir sus obligaciones para con el pueblo argentino, no con supuestos acreedores ni los interesados de siempre –tanto dentro como afuera del país– en seguir saqueando la riqueza que aquí abunda”.

La soberanía económica y política vivió una de las peores jornadas en la historia argentina, se leía en una pancarta la madrugada de este jueves contra la decisión en favor del acuerdo “con los ilegales fondos buitres”.

El bloque del FpV fue acompañado en el voto en contra por Libres del Sur, Proyecto Sur, Frente de Izquierda de los Trabajadores de Libres del Sur, el FIT, Proyecto Sur y el diputado sindical Omar Plaini.

Se ausentaron los diputados del Frente Renovador, Facundo Moyano, Héctor Daer y Felipe Solá, como así también el socialcristiano Eduardo Fabiani.

Cinco diputados del FpV se sumaron al voto oficialista: tres de la provincia de Misiones, una de Tucumán y una de Córdoba.

En tanto, grandes manifestaciones se sucedieron este miércoles. Por una parte la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) realizó un paro general en rechazo a los despidos que continúan y también en contra del pago a los buitres. Miles de trabajadores marcharon en rechazo a las medidas. En tanto, los bancarios realizaron protestas y llaman a un paro en los próximos días.

Por otra parte, integrantes de organizaciones sociales y de izquierda marcharon por la Avenida 9 de Julio que fue bloqueada frente al Ministerio de Desarrollo Social, para exigir un aumento genuino y la ampliación y nacionalización de los programas de cooperativas, que están en riesgo de desaparición. Se denunció que no se ha dado ninguna solución a las demandas presentadas al ministerio.

En tanto, un barco pesquero chino fue atacado y hundido ayer en aguas argentinas en el sur del país por la prefectura naval argentina, que debió rescatar a parte de la tripulación china. El resto fue rescatado por otra nave que estaba en el lugar.

Lu Kang, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, señaló en un comunicado que su gobierno sigue con preocupación y con elevada atención el tema, y solicitó medidas efectivas para evitar que vuelva a ocurrir un incidente similar, después de presentar una queja formal.

La prefectura sostuvo que habían realizado advertencias al pesquero de bandera china que estaba dentro de las 200 millas marinas de zona de explotación exclusiva nacional. Dijo también –y existen serias dudas sobre esto– que el barco chino intentó colisionar contra el guardacosta de la prefectura.

La tripulación está detenida, pero de cualquier manera es un incidente poco común, porque en la zona siempre hay pesqueros japoneses y de otros países, en su faena en aguas argentinas. Sin embargo, llama la atención una medida semejante. El Ministerio de Exteriores de China dijo que el pesquero faenaba en un caladero argentino y fue perseguido durante varias horas por los guardacostas argentinos y después recibió disparos que causaron su hundimiento, pero no menciona ninguna intención de colisionar, sino de tratar de huir y ponerse a salvo.