Ningún precandidato puede proclamarse aún invencible en la carrera por la nominación
Marco Rubio pierde en Florida y anuncia el fin de su campaña; Kasich gana en su casa: Ohio
Miércoles 16 de marzo de 2016, p. 29
Nueva York.
Donald Trump y Hillary Clinton son los grandes ganadores de las contiendas electorales en cinco estados claves realizadas este martes, mientras el gran derrotado es Marco Rubio, quien fue obligado a declarar el fin de su sueño presidencial cuando los republicanos de su propio estado prefirieron, y por mucho, al multimillonario.
Con los concursos de este martes la carrera por la nominación alcanzó el medio tiempo en el largo proceso de contiendas en cada uno de los 50 estados, la capital y varios territorios, pero ningún precandidato puede aún declararse invencible o inevitable para la coronación como aspirante presidencial de su partido.
Este proceso sigue siendo definido por las sorpresas del surgimiento de Donald Trump, quien después de hoy está casi asegurado a llegar a la convención nacional del Partido Republicano como favorito, y el senador Bernie Sanders, quien con su convocatoria a una revolución política
contra la plutocracia sigue desafiando a la reina del Partido Demócrata.
Los republicanos
Trump arrasó en Florida y con ello derrotó al senador Rubio, una de las últimas esperanzas de la cúpula republicana. Al no poder ganar en su propia casa, Rubio anunció poco después de los resultados esta noche que se rinde y suspende su campaña, marcando el fin de otra figura de Florida, junto con Jeb Bush, que hace unos meses eran considerados favoritos.
El fin de Rubio es una caída épica para alguien considerado la nueva estrella del partido –la revista Time lo llamó el salvador del Partido Republicano
en 2013–, quien fue presentado como la cara del futuro de ese partido. Financiado por multimillonarios como Paul Singer, dueño de uno de los fondos buitres que asaltaron a Argentina, entre otros países, y promovido por un amplio sector de la cúpula, Rubio se proyectó como la nueva generación
conservadora. Sin embargo, sólo logró ganar tres contiendas: Minnesota, Puerto Rico y el Distrito de Columbia (Washington, la capital) antes de ser arrollado por lo que él mismo llamó esta noche el tsunami dentro del partido que ha impulsado a Trump.
El magnate también ganó en Carolina del Norte, Illinois y gozaba de un margen microscópico de ventaja en Misuri, al cierre de esta edición, consolidando su ventaja sobre los ahora sólo dos rivales de él para la nominación presidencial de su partido.
Sin embargo, el triunfo de John Kasich en su casa, Ohio, donde es el gobernador, ofreció un poco de alivio –aunque muchos creen que no será duradero– para esta otra última esperanza de la cúpula. Fue su primer triunfo en este proceso.
Así, a partir de esta noche, la contienda entre republicanos se reduce a tres, con el senador Ted Cruz en segundo lugar (y que estaba en una pugna muy cerrada en Misuri contra Trump). Cruz hubiera preferido un triunfo de Trump en Ohio para anular a Kasich y dejar sólo a los dos precandidatos en la contienda, y con ello intentar capturar todo el apoyo político y financiero anti-Trump dentro del partido.
Por ahora, la cúpula y los estrategas de las campañas republicanas se están preparando para una situación inusual en la cual ningún precandidato obtiene el número requerido de delegados para coronarse candidato al final del proceso y, en ese caso, habría una convención negociada
para seleccionar el abanderado.
Los demócratas
Para Clinton fue una noche perfecta: ganó por lo menos cuatro de los cinco estados en disputa. Con el amplio margen con el que ganó hoy en Florida y Carolina del Norte, y sus conquistas, aún con márgenes muy cerrados, en Ohio e Illinois, y con un virtual empate en Misuri, la ex secretaria de Estado se mostró muy confiada en que logrará la mayoría de los delegados para garantizar su nominación como candidata presidencial.
Pero Sanders, al mantener un margen cerrado en Ohio, y aún más en Illinois, y un empate en Misuri, obtendrá un importante número de delegados (que son repartidos proporcionalmente al voto para los demócratas). Pero falló en generar otra sorpresa –como lo hizo la semana pasada en Michigan– en el estado clave de Ohio y sin duda los expertos
ahora decretarán su fin, una vez más. Sin embargo, aún tiene amplio apoyo popular y financiero para llevar su reto hasta la convención demócrata en julio, y su campaña reiteró hoy su intención de hacer justo eso.
El discurso triunfal de Clinton esta noche se enfocó sobre Trump y la elección general, para indicar que ya no estaba tomando en cuenta a su contrincante dentro de su partido. Sin embargo, igual de notable es el giro hacia la izquierda en su retórica hacia posiciones más cercanas a las de Sanders sobre la desigualdad económica, el libre comercio y el poder de Wall Street, entre otros temas, demostrando así el impacto del apoyo popular al mensaje del senador.
Con las votaciones de hoy ya han sido otorgados 50 por ciento de los delegados demócratas y más de 60 por ciento de los republicanos. Estos son los delegados ganados en cada estado, quienes llegan a las convenciones nacionales comprometidos con uno de los precandidatos (después de una primera ronda de votaciones, dependiendo en las reglas en vigor, ya son liberados de ese compromiso). Hoy había en juego un total de 367 delegados republicanos y 792 demócratas.
Para ganar la nominación republicana en esa primera ronda se requieren mil 237 delegados; para los demócratas el número es 2 mil 383. Al final de esta noche, Trump y Hillary Clinton siguen encabezando las carreras en sus respectivos partidos.
Vale señalar que en Florida ganaron dos políticos que se han pronunciado a favor de levantar el bloqueo a Cuba: Clinton y Trump. De hecho, algunos observadores indicaron que es la primera vez desde la imposición del bloqueo que candidatos de ambos partidos no han tenido que evadir o subordinarse a la línea dura anticastrista de Miami para ganar en ese estado.