Fernando Guerrero anuló un gol legítimo al Rebaño y hubo una expulsión por equipo
Las Chivas dominaron la primera parte, pero en el complemento las Águilas tomaron ventaja
Matías Almeyda se quejó del silbante; no es justificación, es decir la verdad
, declaró el técnico
Lunes 14 de marzo de 2016, p. 2
Guadalajara, Jal.
Con polémica arbitral, dos goles anulados al Guadalajara y un expulsado por bando, el América se impuso 2-1 en el clásico del futbol mexicano realizado en el estadio Chivas, que se llenó.
El duelo terminó con conato de bronca entre los jugadores y encono en las tribunas contra el silbante Fernando Guerrero, quien anuló de forma incorrecta un tanto a Isaac Brizuela y dejó de marcar un penal cometido sobre Omar Bravo, en reñido y emotivo encuentro observado por el seleccionador Juan Carlos Osorio.
Durante el calentamiento de los equipos, la barra del Rebaño mostró en tribunas un gran cartel con las figuras de Ramón Morales, Adolfo Bautista y Guillermo Tigre Sepúlveda con la leyenda Campeonísimo sólo uno
.
En la primera acción, Michael Pérez realizó una jugada de las llamadas de ablandamiento: tiró una plancha a Rubens Sambueza, pero los tacos pasaron en medio de las piernas del argentino. El árbitro marcó falta de Sambueza, quien pasó casi de noche en este periodo.
En los minutos iniciales, las Chivas tuvieron el control del esférico y acosaron al rival, pero sin profundidad, hasta el 16, cuando anularon mal un gol a Brizuela. Los rojiblancos celebraban cuando el abanderado Alejandro Ayala avisó al central del fuera de lugar del Conejito, quien sí estaba adelantado, pero el balón había sido peinado por Daniel Guerrero, en pelea por el esférico con Bravo.
Los rojiblancos se repusieron del golpe anímico y con base en dinámica y presión en el ataque mantuvieron el control del partido, mientras las Águilas no atinaban a hilar tres pases.
A la media hora los locales se volvieron a acercar, en un disparo de Carlos Cisneros que la defensa alcanzó a desviar a córner.
En el minuto 45 hubo otra acción polémica, cuando Bravo se disponía a rematar un centro, pero Osmar Mares le puso el brazo en la espalda y el delantero exigió un penal que el silbante no marcó.
El empate parcial le salió barato al América, que en este lapso sólo tuvo un remate desviado de palomita del paraguayo Aguilar.
Sin embargo, las Águilas se adelantaron en el marcador apenas al inicio del complemento. Dentro del área, de espalda a la portería, Oribe Peralta tocó a la llegada de Quintero, quien de botepronto lanzó un tiro potente que dejó sin oportunidad a Cota.
Las Chivas intentaron reaccionar con los ingresos de Carlos Peña y Carlos Salcido.
Sin embargo, Sambueza apareció a la hora de juego, al desbordar fácilmente por la izquierda a Raúl López y enviar un centro templado al área, donde Peralta, sin marcación, conectó con la cabeza para el 2-0.
Para empeorar la noche a las Chivas, Carlos Cisneros fue expulsado por dar doble planchazo a Paul Aguilar, quien después recibió varios objetos lanzados desde la tribuna.
En jugada intrascendente en media cancha (minuto 69), Paolo Goltz recibió la tarjeta roja tras dar una patada a Bravo, quien un minuto después estuvo cerca de anotar con un cabezazo que pasó cerca del poste derecho.
El Rebaño acortó en un servicio rasante al área, donde Gullit Peña controló y definió entre las piernas de González, al minuto 73.
Después hubo otro gol anulado, esta vez en forma correcta, por fuera de lugar de Michel Vázquez.
Los minutos finales fueron de acoso total del chiverío. López lanzó dos tiros libres que González desvió a córner, pero la gran jugada fue al 88, cuando el recién ingresado Miguel Samudio despejó con la cabeza sobre la línea de gol y mantuvo el triunfo visitante.
En conferencia, Almeyda se quejó del silbante. Perdimos de manera bastante extraña. Hubo tres puntos importantes que condicionaron el partido: el gol anulado (a Brizuela), el penal y la expulsión. Legítimamente nos hubiéramos ido ganando en el primer tiempo 1-0 o 2-0, pero no fue así por los errores del árbitro. Se dice que eligen a los mejores, pero se juega con la ilusión de 40 millones de hinchas. No es justificación, es decir la verdad
.
A su vez, el portero González declaró que los clásicos se deben ganar como sea. No se necesita jugar bien, sólo ganarlos
.