Opinión
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Salón Palacio

Un día con Panero

C

uando los roqueros Enrique Bunbury y Calos Ann regresan al poeta Leopoldo María Panero a su domicilio elegido por voluntad propia en la unidad siquiátrica Las Palmas de Gran Canaria, España, el intenso y polémico escritor se despide de los cantantes sonriendo detrás de las rejas del manicomio y dice: Ustedes son los que están adentro. Esta es una escena del documental Un día con Panero (2004), que se estrenó ayer en el Círculo Teatral (avenida Veracruz 107, colonia Condesa).

Esta entrañable reunión de Bunbury y Ann con María Panero, quien desde los años 80 y hasta su muerte el 5 de marzo de 2014 vivió recluido en un siquiátrico madrileño, significó una manera de revivir la memoria del poeta para las nuevas generaciones en su país, pues durante muchos años permaneció en el olvido.

Para Carlos Ann, quien radica en México desde hace seis meses, Leopoldo María Panero es el último gran poeta simbolista, heredero de la tradición maldita de (Arthur) Rimbaud y (Charles) Baudelaire, así como un escritor con un espíritu muy ligado a la esencia del rock.

Dice que lejos de estar loco, María Panero tenía una lucidez más allá de los límites aceptados por las buenas conciencias y su capacidad de ser incómodo lo convierte en uno de los poetas más contraculturales del mundo contemporáneo: Sabía cómo provocar y siempre fue un auténtico vampiro.

Festejo en Los Insurgentes

Para celebrar el sexto aniversario de la pulquería Los Insurgentes, tiempo durante el cual se han realizado por lo menos 2 mil actividades, que van desde homenajes a Rockdrigo González, el fotógrafo Héctor García, el director de teatro Juan José Gurrola y el promotor cultural Henry Donadieu, así como mesas redondas con la presencia de José Agustín, Guillermo Fadanelli, Juan Villoro, Sergio González Rodríguez, René Avilés Fabila y JM Servín, por mencionar algunos, además de exposiciones, obras de teatro, lecturas de poesía, performance y exhibición de documentales, se ha preparado un libro que da testimonio del trabajo realizado en ese espacio, el cual contiene numerosas fotografías, así como un cedé con música de las bandas y diyéis que han ambientado la noche de este recinto.

Entre los músicos participantes se encuentran Panóptica, Los Pellejos, El Muerto de Tijuana, Juan Cirerol, Chucuchú, Ali Gardoki y Javier Babiera, entre otros. La contraportada de este volumen es del artista Daniel Lezama. Los 100 primeros ejemplares de este libro incluirán un grabado del artista Demián Flores. Tanto el libro como el cedé serán gratuitos y se obsequiarán a los amigos y clientes de la pulquería Los Insurgentes. La presentación será el miércoles 16 de marzo a las 20 horas en Insurgentes 226 (frente al Metrobús Durango). El domingo 20 se celebrará una comida de aniversario.

10 años del Under

Otro de los espacios que han sobrevivido a las inhóspitas políticas prohibicionistas del gobierno capitalino es el bar Under, que también durante este mes de marzo celebrará su décimo aniversario con un ciclo de actividades que tendrá como principal atractivo la presentación de un acetato con música de las principales bandas y diyéis que se han presentado en ese espacio. El Under tiene su antecedente en la UTA de la calle de Donceles y representa el más auténtico y fiel refugio de las más diversas tendencias del underground, desde el movimiento punk hasta las distintas variantes de lo oscuro: darks, vampíricos, góticos y otras tendencias no identificadas. En sus noches suele reunirse una fauna de estrafalarios vestuarios, muchos de ellos requieren de pacientes horas de preparación. Raúl Senk, comandante del colectivo que ha logrado mantener durante una década este espacio, deberá sentirse satisfecho por preservar el espíritu siempre subterráneo y a la vez festivo de este lugar. Este sábado a las 19 horas se realizará una mesa redonda en torno a la noche en la Ciudad de México. El bar Under se encuentra en la calle de Monterrey, casi esquina Insurgentes.

La Risa

Hace algunos años el Fideicomiso del Centro Histórico rindió un emotivo homenaje a don Nabor Martínez, legendario pulquero y propietario de La Risa, fundada hace 107 años y considerada la más antigua de la Ciudad de México. Sin importar el significado histórico de este recinto, ubicado en la esquina de Donceles y callejón de Regina, fue clausurada hace ya dos años por un incidente ajeno a la administración. Hasta la fecha Eduardo Albert, nieto de don Nabor y propietario de este lugar, ha interpuesto cuatro amparos y las mismas veces ha sido clausurada de nuevo desde hace dos años por el Instituto de Verificación Administrativa, instancia gubernamental que pareciera tener la consiga de revocar la licencia del mencionado establecimiento. Es lamentable que no exista la sensibilidad suficiente para apoyar la tradición prehispánica del pulque en nuestra ciudad.