Las solicitudes de atención por ciudadanos afectados debido a la caída de árboles, anuncios espectaculares o lonas, ocasionada por las fuertes ráfagas de viento, sobrepasó la capacidad de los servicio de emergencias de los gobiernos de la Ciudad de México y delegacionales.

En el mejor de los casos, los capitalinos tardaron de 30 a 60 minutos para pedir apoyo, mientras al marcar el teléfono de Locatel una grabadora respondía que si deseaba reportar ramas o árboles caídos llamara al 066, 068 o a Protección Civil.

Una vecina del barrio de Santa Catarina, en Coyoacán, refirió que un árbol cayó frente a su casa, por lo que durante 40 minutos intentó inútilmente comunicarse con las autoridades de Protección Civil de esa demarcación y a Locatel.

Terminé por llamar a un particular para que lo quitara y tendré que desembolsar 2 mil 500 pesos, acotó.

En algunas calles de la colonia Valle Gómez, en la delegación Venustiano Carranza, los vecinos se quedaron incomunicados ante la caída de árboles sobre los cables de teléfono, pero al solicitar el apoyo, vía celular, a las empresas que dan el servicio, no tuvieron éxito, pues el número marcaba que estaba ocupado y tuvimos que esperar más de una hora para que llegaran los trabajadores a repararlos.

El número 5658 1111, de Locatel, tampoco funcionó para solicitar orientación sobre qué hacer ante el ataque de un perro pitbull a una joven en la calle Valenciana. Una situación similar también ocurrió en el número 066 de la policía capitalina, porque nadie respondió a nuestra llamada de auxilio, comentaron residentes.

Aun cuando el Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de México desplegó 700 elementos, con 200 vehículos y 110 motosierras, para atender la caída de árboles y estructuras, además de otras emergencias, el número de reportes de atención fue tal, que en varios casos los usuarios tuvieron que esperar varias horas para ser atendidos.

Tras la caída de un árbol en el verificentro ubicado en la calle Bajío y Chilpancingo, en la colonia Roma Sur, el cual dañó seis autos que se encontraban ahí, trabajadores comenzaron a retirar con sus herramientas algunas ramas, mientras esperaban la llegada de los bomberos.

Vecinos de otras colonias también tuvieron que esperar para recibir atención, cuando sólo se trataba de la caída de troncos, lonas o estructuras que no entorpecían la vialidad o que representaran un riesgo mayor.

Luego de la labor de los bomberos, las ramas y árboles cortados quedaban sobre la banqueta, o a un costado de la vialidad, ya que otras unidades de la delegación o de la Dirección General de Servicios Urbanos los recogerían, según explicaron. Sin embargo, vecinos se quejaron que desde el martes en la noche el servicio de recolección no ha sido eficiente.