Mujeres: justicia y demagogia
ientras aumentan los feminicidios en todo el país y la alerta por violencia de género (AVG) todavía no ha sido activada a escala nacional, en algunos juzgados florece la demagogia en protección de la mujer. Es el caso de la sentencia condenatoria firmada hace poco en el juzgado primero de distrito de procesos penales federales en la Ciudad de México contra un honorable maestro de la UNAM, acusado –sin pruebas– de acoso por una estudiante mayor de edad, quien pese a que usurpó el nombre de otra alumna no logró conseguir una calificación aprobatoria.
Confiamos en que, ahora que el proceso de apelación ya está en el ámbito de competencia del tribunal unitario del primer circuito, el magistrado Luis Pérez de la Fuente podrá corregir tan injusta resolución, teniendo en consideración las irregularidades del proceso y las múltiples pruebas que el profesor presentó para su defensa, que aunque antes fueron ignoradas, son elementos fundamentales para su exoneración.
Porque no se trata de un caso aislado, sino frecuente, que no debe servir para multiplicar acusaciones de jovencitas insensatas contra sus maestros ni para que la simulación de protección siga ocultando el verdadero abandono jurídico de la mujer.
Lamentablemente, en los planteles universitarios surgen grupos en los que participa personal académico, administrativo y alumnado, que a veces conspiran contra profesores destacados, a fin de destruirlos. Estas acciones influyen también en la baja calidad educativa y significan un retroceso para la dignidad de las mujeres.
Para no repetir en materia jurídica las prácticas de la Inquisición, los jueces están obligados a ser pulcros y respetar el derecho, antes de emitir sentencias equivocadas que se sostienen en la fe
y la acusación verbal sin pruebas, pero no en hechos reales.
Así es como las prácticas de simulación tan comunes en el país, derivadas de la reinante corrupción política, se imponen también en este terreno, mientras, según la ONU, México es uno de los países con tasas más altas de asesinatos de mujeres y de niñas con armas de fuego. Investigadores del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) aseguran que hay una verdadera epidemia de feminicidios en el país: 2 mil 500 asesinatos al año.
La demagogia jurídica en sustitución del derecho es otra arma contra la mujer. Es imperativo oponerse a las formas demagógicas de protección, pues sólo sirven para restar dignidad y dificultar la –muchas veces– dolorosa, valiente y verdadera lucha de las mujeres por igualdad (como ética), por equidad (como política) y por una justicia auténtica permanente.