Berlín.

El comité ejecutivo de la UEFA decidió ayer que se utilice la tecnología de la línea de gol en las finales de las ligas de Campeones (28 de mayo en Milán) y de Europa (18 de mayo en Basilea).

Ese mecanismo permitirá determinar si el balón cruza por entero el límite de la anotación. Fue aprobado en 2012 por la FIFA y ya se utilizó en el Mundial de Brasil 2014.

A finales de enero pasado la UEFA anunció su utilización para la Eurocopa 2016, que se disputará en Francia del 10 de junio al 10 de julio, y para la Champions a partir de la próxima temporada.

En otro tema, Alemania continuará siendo sospechosa de haber comprado votos para lograr la sede de su Mundial de futbol en 2006, después de la publicación este viernes de un informe de expertos que subraya las relaciones controvertidas entre Franz Beckenbauer y responsables del organismo rector del balompié internacional.

No hemos encontrado pruebas de la compra de votos, pero no podemos descartarlo, indicó en la presentación del informe en Francfort el gabinete de abogados Freshfields, encargado de investigar un pago opaco de 6.7 millones de euros.

Hemos podido constatar un posible cambio en el sentido del voto que podría afectar a los representantes asiáticos del comité ejecutivo de la FIFA, reveló a la prensa el representante del bufete, Christian Dove.

El periódico Der Spiegel dio la voz de alarma a finales de octubre, cuando sostuvo que Alemania podría haber usado un fondo secreto de 10 millones de dólares para comprar votos y obtener la organización de la Copa del Mundo de 2006.

Este fondo lo había constituido, a petición del emblemático ex futbolista germano Franz Beckenbauer, el ex presidente de Adidas, el difunto Robert-Louis Dreyfus, poco antes del verano boreal de 2000, periodo en el que realizó la atribución a Alemania por un corto margen de 12 votos a 11 por delante de Sudáfrica.

En Lausana, el abogado suizo François Carrard, quien presidió la comisión de reformas de la FIFA, afirmó que quedó totalmente satisfecho con la aprobación de las mismas el pasado 26 de febrero en el congreso que eligió a Gianni Infantino nuevo presidente. Lo anterior, a pesar de que no todas las propuestas recibieron luz verde.

“Los cambios fueron aprobados en 89 por ciento: la limitación de la acumulación de mandatos, los controles de integridad (de los dirigentes) o la separación entre el papel político y el administrativo del nuevo consejo, que será elegido.

Fijamos la limitación en tres mandatos de cuatro años. Ese término nos pareció más esencial que imponer una de edad, detalló Carrard.