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El Museo Nacional de Culturas Populares aloja la exposición Tarahumara

Documentan la visión de un fotógrafo holandés sobre la comunidad rarámuri

De 1965 a 2014, Bob Schalkwijk visitó la tierra de los hombres de los pies alados

Mediante 35 imágenes narra cómo interactúan con la naturaleza y enfrentan la adversidad

 
Periódico La Jornada
Sábado 5 de marzo de 2016, p. 4

La exposición Tarahumara, de Bob Schalkwijk, propone una visión de la comunidad rarámuri, así como una interpretación de la identidad nacional.

La muestra del fotógrafo holandés se inauguró el pasado jueves en el Museo Nacional de Culturas Populares.

De 1965 a 2014 el artista ha visitado varias veces la sierra Tarahumara atraído por los imponentes paisajes y las temperaturas extremas donde habitan los pueblos rarámuris. Es un viajero, un aventurero conquistado por la riqueza cultural del país, principalmente por los indígenas tarahumaras, que también son conocidos como los hombres de los pies alados.

La muestra, que reúne 35 fotografías, surgió a partir del libro Tarahumara, publicado por Schalkwijk el año pasado, en el cual detalla la forma en que los rarámuris interactúan con la naturaleza, cómo se adaptan a la adversidad y encuentran lo necesario para vivir.

Rostros angelicales, las sonrisas de los pequeños cuando corren y juegan, la mirada profunda de los ancianos y los pies descalzos de los danzantes, así como los maravillosos paisajes de la sierra articulan la propuesta museográfica de Tarahumara.

El pueblo rarámuri forma parte del mosaico cultural que constituye México y aunque viven aislados por la accidentada geografía de su entorno, se diferencian de otros grupos, pues poseen una identidad muy peculiar, con modelos propios de desarrollo social, económico y político.

Respeto por una región peculiar

En la inauguración de Tarahumara, Alejandra Frausto, directora general de Culturas Populares de la Secretaría de Cultura federal, señaló que esa exposición es un homenaje al trabajo de Bob Schalkwijk, quien mediante 35 imágenes muestra una mirada acuciosa de más de 50 años, la cual nos hace conocer con sutileza y respeto una de las regiones más apartadas y peculiares del país.

Esa sierra está formada por elevadas montañas y profundas barrancas y se divide en Alta y Baja Tarahumara. Los habitantes viven dispersos en los pueblos y municipios de Guadalupe y Calvo, Morelos, Balleza, Guachochi, Batopilas, Urique, Guazapares, Moris, Uruachi, Chinipas, Maguarichi, Bocoyna, Nonoava, Carichi, Ocampo, Guerrero y Temósachi.

Foto
Una de las 35 imágenes de la exposición TarahumaraFoto cortesía del museo

De acuerdo con los organizadores, las imágenes revelan la cotidianidad, las festividades, la gastronomía, la vida laboral y los lugares donde habita el pueblo tarahumara. La finalidad de la exposición es adentrar al público en esa cultura del norte del país, asentada en el estado de Chihuahua.

Schalkwijk describe a los rarámuris como personas muy amables y felices. Los niños corren toda la vida; a los tres años van a los montes para cuidar las chivas y tirar piedras en hoyos.

La exposición presenta algunos de los elementos del pueblo tarahumara sobre la solemnidad de sus rituales, así como las formas de subsistencia, sus procesos de trabajo. Es posible apreciar parte de la riqueza de hábitos, costumbres y ceremonias.

Divulgador del patrimonio cultural

Nacido en 1933 en Rotterdam, Holanda, Bob Schalkwijk llegó a México en 1958; aquí se forjó una profesión de fotógrafo y formó una familia. Su obra está ligada a la edición de libros de arte y catálogos, así como a la divulgación del patrimonio cultural mexicano.

A la inauguración de la muestra acudieron, además del director del Museo Nacional de Culturas Populares, Rodolfo Rodríguez, el embajador del Reino de los Países Bajos en México, Dolf Hogewoning, y Tita Bilbao, representante del gobierno de Chihuahua en la Ciudad de México.

La exposición Tarahumara concluirá exhibición el primero de mayo en la sala Cristina Payán del Museo Nacional de Culturas Populares (avenida Hidalgo 289, colonia Del Carmen, Coyoacán). Visitas de martes a jueves de 10 a 18 horas y de viernes a domingo de 10 a 20 horas.