Bogotá.

El ganadero Santiago Uribe Vélez, hermano menor del ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010), fue arrestado por orden de un fiscal de la Unidad Nacional de Derechos Humanos, como presunto responsable de auspiciar la creación de grupos paramilitares en el noroeste del país en los años 90.

El arresto ocurrió este lunes en Medellín por haber promovido, presuntamente, la formación de un grupo de sicarios desde su finca La Carolina, en el poblado de Yarumal, 300 kilómetros al noroeste de Bogotá. La fiscalía indicó que se trata de una medida preventiva de detención por su presunta responsabilidad en los delitos de homicidio y concierto para delinquir.

El caso se basa, principalmente, en testimonios entre los que se encuentra el de Juan Carlos Meneses, un mayor retirado de la policía colombiana que en mayo de 2010, ante el premio Nobel de Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel, acusó a Santiago Uribe de haber impulsado en ese poblado un grupo de limpieza social conocido como Los 12 Apóstoles.

Santiago, de 58 años, siempre ha alegado ser inocente y dice ser víctima de un complot por ser hermano del ex presidente, mientras su defensa asegura que los testigos son falsos y un par de mitómanos.

Meneses sostiene que Santiago Uribe le pidió colaborar con un grupo paramilitar que él tenía en la zona y que se dedicaba a asesinar a atracadores, consumidores de drogas y cuatreros, a cambio de un pago mensual de entre 600 y 750 dólares, pero que él nunca participó en los homicidios y que sólo dejaba operar a los paramilitares sin actuar contra ellos.

El ex mandatario Álvaro Uribe, que siempre ha defendido a su hermano de estas acusaciones, declaró a la prensa desde Miami que nadie se opone a la paz pero sí a la impunidad disfrazada, al insistir en criticar las negociaciones entre Bogotá y las FARC, que otorgan legitimidad política a quienes asesinan. Al propio ex mandatario se le suele señalar de nexos con los paramilitares de derecha.

A su vez, Yesid Reyes, ministro de Justicia, dijo que el gobierno nada tiene que ver con esta detención, en referencia a las críticas de la oposición de que la justicia colombiana está politizada. El senador Iván Cepeda, del izquierdista Polo Democrático Alternativo y principal opositor del ex presidente Uribe, opinó que la aprehensión de Santiago Uribe muestra que nadie está por encima de la ley.

En otro orden, la Procuraduría General de Colombia abrió una investigación por faltas disciplinarias y omisión de funciones contra el ministro de Defensa y los comandantes de las fuerzas militares, al dejar desprotegida a la población civil por facilitar la presencia de rebeldes armados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el poblado de El Conejo, departamento de La Guajira.

La medida afecta al ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas; el comandante de las fuerzas militares, Juan Pablo Rodríguez; el del ejército, general Alberto Mejía, así como a cuatro comandantes de unidades, que podrían haber incurrido en las faltas mencionadas y violar una ley que prohíbe el despeje militar al retirar tropas de zona.

Villegas aseguró que en la línea de mando no hubo ninguna orden para retirar la tropa de El Conejo, y recordó que allí hay un pelotón móvil.

Tales hechos ocurrieron entre el 17 y 18 de febrero, donde líderes insurgentes procedentes de Cuba entraron al poblado para participar en un acto político. En su momento, el gobierno calificó lo sucedido de violación a los acuerdos ya pactados, en un heco que la semana pasada puso en crisis el proceso de diálogo.