Puebla, Pue.

Uno de los dos autobuses en los que viajaban familiares y compañeros de los 43 alumnos de Ayotzinapa desaparecidos tuvo un incidente con personal de seguridad de la caseta de peaje de San Martín Texmelucan.

De acuerdo con versiones extraoficiales, alrededor de la una de la madrugada del domingo un grupo de estudiantes descendió de las unidades para levantar la pluma, como suelen hacer, y cruzar sin pagar.

Pasó el primer autobús, pero cuando avanzaba el segundo uno de los policías federales adscritos a la vigilancia del lugar golpeó con la macana el parabrisas y una ventana del costado izquierdo del vehículo, la cual se rompió.

Los estudiantes bajaron del autobús para reclamar y en respuesta elementos del Ejército Mexicano que llegaron en apoyo de los federales les apuntaron con sus armas.

En protesta los manifestantes tomaron la caseta de peaje y permitieron el libre paso a los automovilistas a cambio de una cuota para continuar con la llamada Caravana por la verdad y la justicia.

Pidieron reparación de daños

Familiares y compañeros de los normalistas pidieron a los agentes federales que repararan los daños que causaron a la unidad y después de 20 minutos optaron por continuar su camino.

Organizaciones sociales de Puebla, entre ellas el Movimiento Autónomo Indígena Zapatista, aseguraron que en los asientos donde la ventana fue rota viajaba Joaquina Patolzin, madre del normalista desaparecido Julio César López Patolzin, en compañía de sus nietos: una menor, de cuatro años, y un bebé de dos meses.

Esta situación –aseguraron– provocó nerviosismo entre las personas que viajaban en la unidad, quienes se dirigían a la Normal Rural Benito Juárez, de Panotla, Tlaxcala.

Proveniente de Matamoros, Tamaulipas, la caravana arribó a la división Necaxa del Sindicato Mexicano de Electricistas, en la Sierra Nororiental de Puebla. El contingente fue recibido ‘‘después de una noche corta de sueño’’, por la ‘‘agresión’’ en la caseta de peaje de San Martín Texmelucan.

‘‘Está demostrado que el gobierno no está para salvaguardar al pueblo, sino a las empresas nacionales e internacionales que cubren sus intereses y dan seguridad a políticos corruptos y el crimen organizado’’, dijeron los miembros de la caravana.