El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue, aseveró que el uso de la fuerza pública será el último recurso para recuperar el auditorio Che Guevara. Por el contrario, enfatizó, se privilegiará el diálogo para conseguir que ese espacio pueda ser liberado por los grupos que actualmente lo ocupan y devuelto a la comunidad universitaria.

Entrevistado en la 37 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, tras participar en la presentación del libro Mariguana y salud, editado por el Fondo de Cultura Económica, cuyo coordinador fue el ex rector Juan Ramón de la Fuente, Graue informó que este lunes se reunirá con el Consejo Técnico de la Facultad de Filosofía y Letras para dialogar en torno a algunas opciones para trabajar por la recuperación del auditorio, que es una añeja demanda de gran parte de los universitarios.

El rector descartó que la detención el miércoles de la semana pasada de Jorge Emilio Esquivel Muñoz, El Yorch, acusado por la Procuraduría General de la República (PGR) de presunto narcomenudeo en Ciudad Universitaria –quien pertenece al grupo que tiene el control del auditorio– sea el primer paso para la liberación del recinto, oficialmente llamado Justo Sierra, que fue tomado durante el rectorado de De la Fuente por diversos colectivos en septiembre de 2000.

‘‘La detención de este delincuente es un proceso totalmente separado y no es parte de una estrategia’’, señaló. Es de recordar que la aprehensión de esta persona generó que integrantes del colectivo autodenominado Okupa Che realizaran acciones violentas un día después.

Graue enfatizó que el auditorio pertenece a la casa de estudios. ‘‘Hemos intentado, desde administraciones previas, hacer notar que es un espacio de la universidad y no para un grupo’’.

–¿Pedirán el uso de la fuerza pública para recuperarlo?

–Esa sería eventualmente la última de las opciones –enfatizó.

Desde su punto de vista, se tiene que procurar toda la capacidad de diálogo de la casa de estudios y evitar cualquier acto de violencia en el proceso de liberación del Che, renombrado así por los jóvenes del movimiento estudiantil de 1968.

El rector resaltó que el grupo que mantiene la toma está formado tanto por universitarios como por personas ajenas a la UNAM, como El Yorch, quien no está matriculado en la UNAM.

Previamente, durante la presentación del libro, Graue aseveró que ningún sicotrópico debe ser permitido en espacios académicos de cualquier nivel, porque aleja a los estudiantes de sus actividades escolares.

‘‘Como rector rechazo todo tipo de delincuencia y espero que se impida terminantemente la distribución y venta de sustancias sicotrópicas en espacios escolares, no importando su nivel’’. La inversión que el país hace en educación, dijo, amerita que se cuiden las cualidades de percepción, atención, estudio y memorización de los estudiantes.

‘‘Como médico y como presidente de la Academia Nacional de Medicina, celebro las iniciativas para permitir el uso medicinal de los cannabinoides; éstos serán una nueva arma terapéutica en los casos donde otros medicamentos no tienen efecto y su inclusión dará pie a conocer más y eventualmente al crecimiento de la industria farmacéutica nacional (...) Creo en la libertad de decisión y vislumbro que la despenalización del consumo de la mariguana podría traer libertad a muchos usuarios que no comercian con la droga y que no son delincuentes’’.

En tanto, De la Fuente afirmó que el prohibicionismo de la mariguana está agotado, porque la prohibición ha generado que el mercado sea regido por el crimen organizado. ‘‘El tema es controvertido’’, dijo, por lo que propuso que se abra una gran discusión. La UNAM es un espacio propicio.