Brasilia.

Miles de brasileños realizaron la noche del martes un cacerolazo en varias ciudades del país mientras se transmitía un programa del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) por radio y televisión a nivel nacional en el que apareció el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva. Belo Horizonte, Brasilia, Curitiba, Río de Janeiro, Salvador de Bahía, Sao Paulo y Recife, entre otras, se sumaron a la protesta, que incluyó bocinazos y abucheos.

El punto más intenso fue cuando Lula habló para recordar el progreso y avance que ha vivido Brasil en la última década, con la llegada del PT al poder. Nos equivocamos, pero acertamos. Lo tenemos todo para volver a crecer, dijo el ex presidente, quien resaltó que Brasil es el país que más redujo las desigualdades sociales y las tasas de pobreza.

Lula (presidente de Brasil 2003-2010) es investigado por un presunto delito de tráfico de influencias para beneficiar en el extranjero a la constructora Odebrecht entre 2011 y 2014, tras dejar la presidencia.

Odebrecht es una de las compañías más grandes de Brasil que está en el centro del escándalo por sobornos en la estatal Petrobras.

La protesta fue convocada a través de las redes sociales por grupos que defienden la salida del poder de la presidenta Dilma Rousseff, que enfrenta un proceso con miras a su destitución que se tramita en la Cámara de Diputados y otro en el Supremo Tribunal Electoral, por sospechas de que su campaña recibió dinero desviado de Petrobras.

Según sondeo de CNT/MDA, 62.4 por ciento de los brasileños considera que el gobierno de Rousseff es pésimo o malo, y ubica la popularidad de la presidenta con un leve repunte al subir de 15.9 por ciento en octubre a 21.8 por ciento. También el número de brasileños a favor de un juicio político a Rousseff bajó de 62.8 a 55.6 por ciento.

En tanto, las autoridades suizas arrestaron al brasileño Fernando Migliaccio da Silva, ejecutivo de Odebrecht, por su presunta implicación en la trama de corrupción de Petrobras.