La Paz.

Hemos perdido una batalla democrática, pero no la guerra. La lucha sigue, dijo el presidente de Bolivia, Evo Morales, al reconocer este miércoles la ajustada derrota que sufrió en el referendo del domingo que le negó una nueva postulación para buscar un cuarto mandato consecutivo, en una declaración desde el presidencial Palacio Quemado.

Respetamos los resultados. El pueblo no quiere modificar la Constitución, pero no es un voto contra el proceso de cambio. No ganó el neoliberalismo. No somos un gobierno más, somos una revolución y hemos perdido una pequeña batalla, pero no la guerra. No estamos derrotados. La lucha sigue con más fuerza, aseveró en rueda de prensa.

En cerrada disputa el no alcanzó 51.30 por ciento frente a 48.70 del sí, con 99.72 por ciento de actas computadas. Se trata de la primera derrota electoral directa de Morales en una década, quien aguardó hasta el último minuto los resultados finales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) la noche del martes confiado en el voto rural y campesino.

Excepto este referendo, todas las batallas han sido ganadas, señaló el mandatario. Sin embargo, comentó que una cosa es votar por una reforma, y otra votar por un candidato, y sostuvo que el voto duro del Movimiento al Socialismo (MAS) es de 50 por ciento frente a una derecha racista.

Morales, el primer mandatario indígena de este país, debe dejar el poder en 2020, tras marcar un récord como el gobernante con mayor tiempo al frente de Bolivia. Dijo no sentirse derrotado y que seguirá con su proyecto político con el MAS, pues garantizamos soberanía económica y política, de manera que sólo con el pueblo organizado podemos garantizar soberanía y libertad.

Pero también insistió en que fue víctima de una guerra sucia en las redes sociales de los opositores en combinación con la conspiración externa. ¿Corrupción? Por primera vez hay 27 dirigentes (de su partido, el MAS) detenidos. En la historia de Bolivia, ¿cuántos corruptos han sido detenidos? En el pasado buscaban inmunidad legislativa para evitar investigaciones, respondió.

En cuanto al futuro de su gobierno, el presidente, de 56 años, dijo que con los movimientos sociales, con el pueblo vamos a seguir impulsando el proceso de cambio que encabeza desde 2006. No está en debate el programa (de gobierno), aunque hubiera sido interesante que la derecha presentara su programa, resaltó.

Finalmente, Morales defendió el éxito económico de su gestión, que como nunca destinó 47 mil millones de dólares de inversión pública a lo largo de una década.

El vicepresidente Álvaro García Linera, en otro acto, dijo que el resultado adverso del gobierno durante el referendo constitucional constituye un pequeño traspiés del cual hay que sacar lecciones y levantarse para obtener nuevas victorias. Criticó algunos mensajes de carácter racista aparecidos en muros de ciudades como Cochabamba, en el centro del país, donde se llama a sacar a los indios del poder.