Su formación debe basarse en lo que requiere el país: Fajardo
Martes 23 de febrero de 2016, p. 33
El nuevo director de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Germán Fajardo Dolci, asegura que el médico egresado de esta escuela no sólo debe tener conocimientos y capacidades científicos y académicos, sino que debe ser un humanista que perciba las necesidades del paciente y su familia.
En entrevista con La Jornada, el director –designado por la Junta de Gobierno de la casa de estudios hace apenas un mes, el 22 de enero– indicó que la formación de los profesionales en la FM debe basarse en las competencias que hoy requiere el país, aquellas que lo ayuden a resolver los principales problemas que enfrentan sus pacientes; deben ser competentes para diagnosticar y tratar los problemas que epidemiológicamente son los más frecuentes en México
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Uno de los retos de la FM, apunta, debe ser tener mayor vinculación con el Sistema Nacional de Salud (SNS), principalmente para dar cabida a miles de médicos generales que no son aceptados en las residencias, pero en cuya preparación el país ha invertido tiempo y dinero. Confía en que con la llegada del ex rector de la UNAM José Narro a la Secretaría de Salud, la relación sea aún mejor.
Destaca la necesidad de que, al igual que se hizo en el sector educativo, se realice un censo nacional para saber cuántos médicos y escuelas de medicina existen. Las secretarías de Salud y Educación tienen un acercamiento, pero hoy día no sabemos cuántos médicos están frente a paciente. Y en las escuelas desde hace muchos años hay un problema de certificación; por ejemplo, un partido político creó una con un programa (de estudios) de un país del Caribe
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–¿Cuáles son los retos para la FM?
–Ésta es sin duda la escuela de medicina más importante del país y (dirigirla) representa un enorme reto por su historia, tradición y por lo que es para México. Hay gran cantidad de desafíos: primero, crear las condiciones para que los jóvenes que ingresan –ya sea con pase reglamentado o examen de selección– tengan las mismas oportunidades, (pues) en ocasiones no tienen todos el mismo nivel de conocimientos. Evitar la reprobación y la deserción.
Que cuando los jóvenes estén en tercer o cuarto año, es decir, cuando salen del campus universitario para ir a los hospitales, haya seguimiento de su formación. Para ello estamos creando una aplicación, a fin de verificar en tiempo real cómo van, aprovechando las tecnologías. Que en el internado se ponga énfasis en su formación. A veces, ante la falta de contratación, muchos tienen que hacer labor de enfermeras o camilleros. No, si van a explorar a un paciente, que tengan al médico al lado para dirigirlos y aconsejarlos.
Fajardo, de 49 años, también ubica como desafíos crear condiciones para que los jóvenes que realizan su servicio social en poblaciones de alta o muy alta marginación tengan las mismas oportunidades para ingresar a las residencias médicas que quienes lo realizan en la Ciudad de México.
–Habla de diseños curriculares por competencia para la FM. ¿A qué se refiere?
–Las competencias deben ser aquellas que ayuden al médico a resolver los principales problemas que enfrentan sus pacientes. El egresado de la FM primero debe tener toda la capacidad para enfrentar los problemas epidemiológicos del país, la morbimortalidad y la incidencia. Pero también debe ser capaz de entender las necesidades del paciente y su familia. A veces se nos olvida que cuando una persona se enferma, también lo hace su familia.
Ante las voces en la UNAM que señalan que no tiene arraigo
en la FM por no haber cursado su licenciatura ahí (es egresado de la Universidad La Salle), Fajardo Dolci responde: Quien piensa esta situación es porque no me conoce
. Recuerda que realizó su posgrado en esta casa de estudios, que su padre fue profesor de la FM durante 50 años y que él tiene 16 años como maestro ahí.
–¿Qué se necesita para ser un buen director?
–Tiempo completo, trabajo en equipo, buena vinculación con la vida real, ser incluyente, innovador y ser consciente de la responsabilidad social que tiene el cargo.