El Congreso de la Unión debe llevar un puntual seguimiento del recorte presupuestal de más de 132 mil millones de pesos, que recientemente anunció el gobierno federal, ya que el año pasado se propuso un ajuste por una cantidad similar, más de 124 mil millones de pesos, pero al final el gasto que se ejerció fue mayor, se advierte en un informe elaborado por el Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado.

Al cierre de 2015, el gobierno federal terminó ejerciendo 197.3 mil millones de pesos más de lo aprobado y ello refleja que pese a los recortes anunciados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para ese año, la disposición de mayores ingresos no petroleros permitió que las presiones de gasto mantuvieran su tendencia de crecimiento anulando los efectos del reajuste.

Esta es una lección que se debe considerar durante 2016, con el fin de que el recorte anunciado contribuya a la consolidación de las finanzas públicas.

La dirección general de finanzas del IBD explicó que el ajuste que la SHCP anunció para 2016, por 132.3 mil millones de pesos, representa 3.7 por ciento del gasto programable total aprobado en el Presupuesto de Egresos de la Federación de este año.

En Petróleos Mexicanos (Pemex) se llevará a cabo 75.6 por ciento del ajuste, en tanto que 22.5 por ciento implicará recortes en las distintas dependencias del gobierno federal, y 1.9 por ciento en la Comisión Federal de Electricidad.

El IBD destaca que la disminución del gasto público afectará a 53 programas y proyectos de inversión (PPI) por 13.2 mil millones de pesos, lo que representa 2.8 por ciento del monto total de PPI aprobado para 2016, que se ubicó en 446.9 mil millones de pesos.

En ese documento, el IBD indica que durante 2016 el gobierno federal tiene asegurados sus ingresos petroleros a 49 dólares por barril, debido a las coberturas contratadas para el año.

Sin embargo, ante el panorama de que continúen los precios bajos del petróleo, la contratación de coberturas para 2017 posiblemente permita asegurar un menor precio del combustible a mayor costo financiero. Insiste en que ante el complicado panorama de las finanzas públicas es necesario dar seguimiento a la evolución del ajuste presupuestario anunciado para 2016.