La Auditoría Superior de la Federación (ASF) descubrió en la Cuenta Pública de 2014 que el saldo del Fideicomiso de Fomento Minero –cuyo monto asciende a 4 mil 426 millones de pesos– no es real ni confiable.

El órgano fiscalizador reveló deficiencias en el resguardo y registro de garantías, y los avalúos reportados son inferiores a los del mercado. El fideicomiso no contribuye al desarrollo del sector minero porque no programa ni acredita la ejecución de los créditos otorgados.

El 18 de diciembre de 1975, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (fideicomitente) constituyó en Nacional Financiera SA (fiduciaria) el fideicomiso denominado Minerales No Metálicos Mexicanos. Con el convenio modificatorio del 16 de julio de 1990 se cambió su denominación a Fideicomiso de Fomento Minero (Fifomi), con lo que se ampliaron sus fines para, entre otros, fomentar y promover el desarrollo de la minería nacional con el otorgamiento de créditos y asesoría técnica y administrativa encaminada a la organización de los concesionarios, causahabientes de yacimientos de minerales para la exploración, explotación, beneficio, industrialización y comercialización de todo tipo de minerales (excepto el petróleo, carburos de hidrógeno, sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radiactivos).

El Fifomi es un fideicomiso público del gobierno federal, sectorizado en 2001 a la Secretaría de Economía (SE) como una entidad paraestatal, en el que la Secretaría de Hacienda funge como fideicomitente y Nacional Financiera, sociedad nacional de crédito, institución de banca de desarrollo, como fiduciaria; su órgano de gobierno es un comité técnico que se integra por un representante de las secretarías de Hacienda, de la Función Pública, de Economía, de la Reforma Agraria, de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Nacional Financiera y el director del ­Fifomi.

Opera como un fideicomiso público de fomento económico financiero que otorga créditos en forma conjunta con instituciones de la banca de desarrollo y comercial por medio de intermediarios financieros y en forma directa, en ambos casos, para garantizar dichos créditos, recibe garantías reales (hipotecaria que puede ser industrial, urbana, semiurbana, rústica y sobre los derechos de concesión minera).

Incumplidas, disposiciones legales y normativas

Con ese mandato, al año 2014, el Fideicomiso de Fomento Minero no cumplió con las disposiciones legales y normativas aplicables en la materia.

El saldo de la cuenta de orden garantías recibidas, presentado en los estados financieros dictaminados de 2014, por 4 mil 426 millones 573 mil pesos, no es real ni confiable, ya que consideró cifras en dólares y euros, sin efectuar la conversión a moneda nacional en incumplimiento de la normativa, y no se revelaron 297 millones 68 mil pesos.

También existen deficiencias en el resguardo y registro de las garantías, ya que en 43.6 por ciento de las acciones revisadas en moneda nacional (167 casos, por 99 millones 680 mil pesos) y en 39.9 por ciento, de moneda extranjera (37 casos por 8 millones 417mil dólares, equivalentes a 124 millones 81 mil pesos al tipo de cambio de 14.7414 pesos por dólar) se aceptaron facturas de bienes usados sin avalúo, facturas que no son originales, no endosadas en favor de Fifomi, que amparan bienes de consumo o de servicios, o no localizadas en la bóveda, entre otros.


En 20.5 por ciento de garantías hipotecarias revisadas (15 por 41 millones 311 mil pesos) no se proporcionó el avalúo que sustente el valor al que se recibió en garantía y en el 13.7 por ciento (10 casos) su avalúo reporta un valor inferior al registrado por 170 millones 082 mil pesos.