Monterrey, NL.

Un centenar de elementos de la Fuerza Civil efectuaron un cateo la madrugada del miércoles en el penal de Apodaca, el cual es uno de los tres centros penitenciarios con los que cuenta la entidad, y donde en febrero de 2012 ocurrió la masacre de 44 reos para encubrir una fuga.

Autoridades de Nuevo León informaron que después del operativo efectuado en el penal de Apodaca se realizará otro similar en el de Cadereyta, con la finalidad de detectar el autogobierno de los presos, extorsiones, venta de droga y otros privilegios.

Cuauhtémoc Antúnez, secretario de Seguridad Pública en el estado, señaló que se revisaron todas las celdas, como parte de la instrucción que dio el gobernador. Son operaciones de rutina que están enfocadas a la prevención, no es nada violento, dijo.

Descartó que se vaya a trasladar a los internos a otros centros de readaptación social, lo cual fue una de las preocupaciones de las mujeres que visitan a sus familiares en esa cárcel.

El arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, visitó ayer por la mañana dicho penal para dialogar con los internos.

En la acción policiaca se utilizaron perros entrenados para detectar drogas, armas hechas a mano como puntillas de metal o madera, trozos de tarjetas de plástico que son usados como armas punzo cortantes, encendedores y equipos de audio y video.

El pasado 10 de febrero ocurrió un enfrentamiento entre bandas rivales en el penal de Topo Chico, que dejó como resultado 49 reos muertos, a causa de una disputa por el control del penal.