En 2015, último año que David Korenfeld estuvo al frente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), este organismo tuvo deficiencias en la administración de los recursos hídricos, lo cual no garantiza agua con calidad. En 2014, la comisión sólo evaluó uno de cada dos cuerpos hídricos; de 731 cuencas del país 191 presentan deterioro, no se han fortalecido las acciones de inspección y sólo 21 por ciento de los usuarios pagan por las descargas residuales.

Esto indica el análisis de la cuenta pública 2014 de la Auditoría Superior de la Federación, en el cual se pide a la Conagua analizar las causas por las que la matriz de indicadores para resultados del Programa de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento en Zonas Urbanas presentó deficiencias.

De acuerdo con el informe, se encontró que en 191 cuencas hay deterioro debido a la presencia de contaminantes como cloro, sulfato, nitrato, fósforo, fluoruro, carbonato, sodio, potasio, calcio, magnesio, gases disueltos, radiación y metales tóxicos.

A eso se suma que la disponibilidad natural media per cápita del líquido en México está disminuyendo; en 1950 era de 18 mil metros cúbicos por habitante al año y en 2013 pasó a 3 mil 982, cifra calificada de baja por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Lo anterior, se indica, se debe al deterioro de la calidad del líquido. Ello implica un riesgo para asegurar y garantizar la disponibilidad del recurso hídrico para 112.3 millones de habitantes, señala el análisis.

Explica que para lograr la preservación del agua con calidad, la Conagua realiza la administración y manejo sustentable de los recursos hídricos, consistentes, entre otros aspectos, en el monitoreo de la calidad del agua de acuíferos y cuencas, la elaboración de estudios de calidad, el desarrollo de declaratorias de clasificación de cuerpos de agua, la aplicación del principio ‘‘quien contamina, paga’’ y las visitas de inspección para verificar el cumplimiento de obligaciones.

Agrega que con la auditoría se verificó que la Conagua aún no ha consolidado los mecanismos que permitan identificar a quienes contaminaron los recursos hídricos, y de éstos cuántos realizaron el pago y restauraron la calidad del agua, por lo que en ese año el principio ‘‘quien contamina, paga’’ no registró avances.

Detalla que de 16 mil 561 permisos de descarga de aguas residuales se programaron mil 646 visitas, y sólo se hizo 93 por ciento. Esto implica una cobertura de 9.3 por ciento.