Ciudad Juárez, Chih.

Como marca la tradición mexicana, Las golondrinas sustituyeron al Cielito lindo en la despedida del papa Francisco anoche, en esta fronteriza ciudad.

Para encabezar la ceremonia de despedida vinieron el presidente Enrique Peña Nieto, su esposa, Angélica Rivera, e integrantes del gabinete, así como los gobernadores de Chihuahua, Zacatecas y Durango.

Este gesto del gobierno federal hacia el pontífice tuvo como propósito agradecer por los mensajes de paz, reconciliación y esperanza que su visita ha dejado a los mexicanos.

Unas 5 mil personas dijeron adiós al jefe de la Iglesia católica ondeando pañuelos blancos, amarillos y rojos. En muchos rostros, sobre todo de mujeres, aparecieron lágrimas y se escucharon gritos de ¡no te vayas!

Luego de escuchar los himnos Nacional Mexicano y del Vaticano, Peña Nieto, Angélica Rivera y el papa Francisco saludaron a sus respectivas comitivas.

Comenzó entonces el camino del obispo de Roma hacia el avión de Aeroméxico que lo llevará de regreso al Vaticano. Cuando llegó, el viernes pasado, viajó en Alitalia y ahora vuelve en una nave B787 bautizada Misionero de paz.

A su lado, hacia el avión, caminaban Peña Nieto y su esposa. Lentamente, Jorge Mario Bergoglio subió la escalerilla y desde ahí sonrió y agitó la mano para decir adiós. Lo haría así durante un rato más desde su asiento.

Aunque no hubo discursos, para la Presidencia de la República esta forma de despedir al obispo de Roma fue también para refrendar que México está comprometido a respetar los derechos humanos y a dialogar sobre acciones conjuntas para la construcción de un mundo más humano, fraterno y justo.

Se fortalecen además las relaciones diplomáticas entre México y el Vaticano, establecidas el 21 de septiembre de 1992.

Durante su visita pastoral el papa Francisco recorrió 221 kilómetros por tierra, ofició cinco misas y pronunció ocho discursos.

Se fue muy complacido

Anoche, Peña Nieto regresó a la Ciudad de México. Su estancia en Ciudad Juárez fue exclusivamente para despedir a Francisco, con quien conversó en privado.

Durante la plática privada entre el presidente Peña Nieto y el papa Francisco, éste le dijo que realizó la gira en los términos en que la deseó y que se iba muy complacido con México.

En el camino hacia la tarima, Francisco mantuvo su práctica de abrazar a las personas. Sobre todo niños recibieron el gesto papal.

Y los mariachis daban rienda suelta a Las golondrinas, que sólo dejarían un paréntesis para que se interpretaran los himnos.

Terminó así la primera visita del actual obispo de Roma.