En 17 años que Venezuela ha buscado vivir a plenitud se ha emprendido una guerra política implacable de baja intensidad que ha intentado desestabilizar a sus gobiernos, primero de Hugo Chávez y ahora de Nicolás Maduro, pero también a los de Argentina (Kirchner), Ecuador (Rafael Correa), Brasil (Lula da Silva) que sólo buscan la justicia para sus pueblos, denunció María Lourdes Urbaneja Durant, embajadora de Venezuela en México.

En el foro La coyuntura latino caribeña a la luz de la contraofensiva imperialista contra los gobiernos antineoliberales y de los resultados electorales en Argentina y Venezuela, organizado por Casa Lamm y La Jornada, la embajadora hizo un llamado a la unidad de la población y de los gobiernos latinoamericanos que buscan romper con la dependencia neoliberal, lucha por las reivindicaciones sociales, por una redefinición de la democracia y el poder popular.

Ante los asistentes al foro, entre quienes estuvieron el embajador de Ecuador en México, Leonardo Arízaga, y los delegados culturales de las embajadas de Cuba y China, Urbaneja Durant  convocó a la población latinoamericana y del Caribe a defender lo que hemos alcanzado y logrado en la batalla por la emancipación del neoliberalismo. Venezuela, refirió, vive una terrible guerra económica, es la sentencia de muerte que le dictaron hace 16 años. La solidaridad internacional ayudará a sortear la situación del país, expuso.

Darío Salinas Figueredo, de la Universidad Latinoamericana, consideró que las presiones que enfrenta el gobierno de Nicolás Maduro son similares a las que tuvo Salvador Allende en Chile antes del golpe de Estado. “La región latinoamericana se ha convertido en el laboratorio para restaurar la crisis del sistema capitalista; la forma de hacer política de hace más de dos décadas –cuando gobernaban Carlos Menem, en Argentina; Alberto Fujimori, en Perú; Gonzalo Sánchez de Lozada, en Bolivia, y Carlos Salinas, en México, entró en crisis. Ahora hay un renacimiento de las luchas políticas, se busca una Latinoamérica independiente, soberana y de autodeterminación”.

Pero esa lucha, abundó, tiene reflujos y hay que saber leer. La nueva arquitectura política se expresa en la policromía de la región; las luchas populares se enfrentan a diversos frentes, entre ellos el mediático con el que se busca ocultar y tergiversar la realidad, retrotraer los avances populares y mandar el mensaje, por medio de los acontecimientos en Venezuela, al resto de los países latinoamericanos de que no deben continuar.

Consideró que Latinoamérica y el Caribe están inmersos en un escenario de crisis, pero “hay que encontrar la forma de defender lo conquistado y encontrar nuevas vías para no estancarse dentro de la crisis del sistema capitalista. Esta es una guerra con muchos frentes, por eso hay que hacer visible lo que se ha desarrollado contra el neoliberalismo, destacó.

En el foro también participó Nayar López, de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, e integrantes de la Coordinación Mexicana en Solidaridad con Venezuela leyeron un documento en el que repudiaron que la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, y los dirigentes de PRD, PRI y PAN se hayan reunido con Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, opositor al gobierno de Maduro.