El portugués Ivo M. Ferreira presenta Cartas de guerra
Lunes 15 de febrero de 2016, p. a11
Berlín.
Portugal participa en esta edición de la Berlinale con Cartas de guerra, de Ivo M. Ferreira, realizada en blanco y negro, alrededor de la independencia de Angola, en 1971. La historia es sobre un médico soldado que escribe cartas de amor a su esposa embarazada en Portugal. La correspondencia se convierte en recurso de supervivencia en condiciones de guerra.
El trasfondo literario de la cinta es del escritor Antonio Lobo Antunes. La saudade portuguesa se deja sentir en esta cinta, a la que su director se refirió como una película de amor y supervivencia
Alemania participa en competencia con 24 Wochen (24 semanas), dirigida por Anne Zohra Berrached. El título hace referencia a este tiempo del embarazo en que una joven –protagonizada por la alemana Julia Jentsch– se enfrenta al dilema de abortar ante la noticia de que el bebé sufre síndrome de Down y cardiopatía.
La favorita de la jornada fue la cinta francesa de André Téchiné Quand on a 17 ans (A los 17 años). El experimentado realizador galo trae a Berlín un drama que no permite al espectador ni un mínimo espacio para prestablecer lo que va ocurriendo durante el filme, el cual gira alrededor de dos adolescentes que experimentan una especie de coming on age en el descubrimiento de su identidad homosexual.
Los contrastes entre sus vidas no podrían ser mayores. El primero, una especie de consentido niño bien, el otro un joven magrebí que vive en una granja con sus padres.
Debido a un atinado recurso narrativo, sus entornos familiares se ven interconectados, lo cual lleva finalmente a ambos a desarrollar sus identidades.
Participación mexicana
Por otro lado, se presenta una cinta mexicana en la sección Forum. El mexicano Joaquín del Paso presentó su ópera prima Maquinaria panamericana, producción entre México y Polonia y ganadora de la competencia Riviera Lab Work in Progress en 2015 del festival de cine de la Rivera Maya.
Del Paso, formado en la escuela nacional de cine en Lodz en Polonia, trae una comedia con tonos surrealistas que resultó divertida y fue bien aceptada entre el público de la Berlinale. La historia gira alrededor de una empresa de maquinaria pesada en la Ciudad de México que se enfrenta a la ruina ante la muerte de su dueño.