Los Camoteros tuvieron ventaja la mayor parte del juego
Un autogol del Hobbit Bermúdez abrió el camino a la remontada
Lunes 15 de febrero de 2016, p. 3
Pachuca.
En partido de gran dinámica, entrega y velocidad que deleitó a la tribuna, el Pachuca aprovechó los últimos minutos para dar la vuelta al marcador de forma escandalosa y aferrarse a la etiqueta de invicto, tras derrotar 5-2 a un Puebla que parecía no merecer semejante vapuleada.
En el encuentro, reprogramado por el viaje de los Camoteros a Argentina (donde fueron eliminados en la repesca hacia la Copa Libertadores), los Tuzos se mostraron insaciables y en los 10 minutos finales marcaron tres goles para imponerse con saña en un partido que había sido nivelado y que resultó agradable.
En el estadio Hidalgo –donde estuvo el seleccionador Juan Carlos Osorio–, los Tuzos comenzaron con la espada desenvainada, pues de inmediato dirigieron baterías hacia la meta de Cristian Campestrini, quien vigiló un tiro que pasó cerca de su marco, remitido por Rodolfo Pizarro. Después Rubén Botta hizo otro intento igual de infructuoso.
Hirving Lozano estuvo más cerca del gol, porque estrelló la pelota en el poste. Parecía cuestión de tiempo el estallido de festejos por el gol de los hidalguenses; sin embargo, al minuto 13 los Camoteros ganaron un tiro de esquina por la izquierda y marcaron el 0-1.
La pelota fue al centro del área, donde Ramón Arias la bajó con la cabeza, el esférico quedó a la deriva unos segundos, hasta que apareció Patricio Araujo con un certero derechazo que hizo inútil el lance de Óscar Conejo Pérez.
El Pachuca aún no conseguía digerir el tanto en contra cuando recibió el segundo. Mauro Cejas desbordó por la izquierda y sacó un centro hacia segundo poste; el defensa local Emmanuel García saltó para intentar despejar, pero no hizo contacto con el balón, que bajó perfecto para que Christian Valdez anotara a bocajarro pegado al poste izquierdo, precisamente el que custodiaba el Conejo Pérez.
El complemento no desentonó. Los Tuzos mantuvieron la presión en ataques incesantes y al minuto 27 Robert Herrera cometió falta en el área sobre Franco Jara; el árbitro Roberto García señaló penal, el cual cobró con buen tino el propio Jara, quien dirigió su tiro a la derecha de Campestrini para el 1-2.
Jara tuvo en sus botines el tanto del empate en posterior arribo; sin embargo, su disparo resultó un poco desviado. El Pachuca parecía decidido a irse al descanso al menos con el empate, pero no lo consiguió porque la aplicación del equipo de la franja fue excelente.
En la segunda parte Campestrini estuvo atareado ante las embestidas de los Tuzos. Jara de nuevo intentó con un cabezazo desde el área, pero el balón salió por la derecha.
Pablo Marini, estratega de los Camoteros, hizo su primer cambio en el intento de nivelar: sacó a Mauro Cejas e ingresó a Christian Hobbit Bermúdez. Los avances del equipo anfitrión se acentuaron conforme avanzaba el reloj. Botta hizo un tiro de zurda que se fue ligeramente encima del larguero e Hirving también probó suerte sin mayor fortuna.
En la recta final, Pato Araujo se lesionó el hombro izquierdo y dejó su lugar a Édgar Dueñas y en un parpadeo los Tuzos dieron la voltereta.
Al minuto 79 Lozano centró desde la izquierda, Hobbit Bermúdez, acechado por Botta, acabó rematando en su propia portería para el 2-2.
Un par de minutos después Rodolfo Pizarro sorprendió con un remate desde fuera del área que tomó desubicado a Campestrini, pues el guardameta no pudo regresar y se instaló el 3-2.
Los poblanos se desplomaron anímicamente, lo que aprovechó el Pachuca con un largo servicio hacia Lozano, quien corrió al frente acompañado de Jara y ante la salida de Campestrini dio pase, casi medio gol, para que Jara firmara el 4-2.
La cereza del pastel la puso Simón Almeida, quien con tres minutos en el campo hizo gran recepción con la pierna derecha y definió con la zurda: fue un tiro cruzado que concretó el 5-2 final. Fue un partido entretenido en el cual hasta una boda se celebró en el medio tiempo en la cancha del estadio Hidalgo.