Madrid.

El presidente en funciones del gobierno español y líder del derechista Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, aseguró este sábado en un acto electoral que estaría dispuesto a someterse a una sesión de investidura si finalmente el candidato socialista, Pedro Sánchez, no logra la mayoría suficiente en el Congreso de los Diputados para ser electo mandatario.

Rajoy apeló al discurso del miedo y se autoproclamó la única alternativa a un gobierno de coalición entre los socialistas (del Partido Socialista Obrero Español, PSOE) y Podemos, que sería un torpedo en la línea de flotación de la economía española.

Un día después de que se negó a dar la mano al socialista Pedro Sánchez, como muestra de la ruptura del diálogo entre los dos partidos más grandes del país, Rajoy insistió en su idea de que la mejor solución para destrabar la situación que vive España desde los comicios generales del pasado 20 de diciembre es un gobierno de coalición entre el PP, el PSOE y Ciudadanos, presidido por él, que en conjunto sumaría 253 de los 350 escaños del Parlamento. Pero ni Ciudadanos ni socialistas apoyan esa propuesta, entre otras cosas porque se negarían a respaldar un gobierno presidido por Rajoy, a quien señalan como uno de los principales responsables de los casos de corrupción que enfrenta el Partido Popular.

Al margen de que todos los partidos políticos se han negado a apoyar su investidura, Rajoy insistió ante sus simpatizantes que aún es posible un gobierno liderado por el PP. Si el señor Sánchez no consigue su pretensión, el PP está dispuesto, si tiene los apoyos suficientes, a ir al Congreso de los Diputados a defender su programa y, por tanto, someterse a la votación de las cortes.

Advirtió: “La única alternativa a un gobierno de Podemos presidido por Sánchez y con el apoyo de los independentistas sería un torpedo en la línea de flotación de la economía española, de la creación de empleo y de la Constitución”.

Reiteró que el PP reivindica su victoria y derecho a presidir el nuevo gobierno, porque es lo que han dicho los españoles. Por ello apeló de nuevo a esa gran coalición. Según él, hay 15 países en los que populares y socialistas gobiernan juntos. En Alemania lideran el Ejecutivo los conservadores apoyados por los socialdemócratas, y en Austria, al revés. Incluso en Grecia hay una coalición, aunque esa no me guste, apuntó.

Rajoy no se refirió en ningún momento a los numerosos casos de corrupción que enfrenta su partido, como la reciente operación policial y judicial abierta contra las finanzas de su partido en Madrid, Valencia, Murcia y otras zonas del país, bajo la sospecha de haber incurrido en financiamiento ilegal y haber mantenido por más de dos décadas una contabilidad paralela.