Para conmemorar los 70 años de vida del reconocido compositor mexicano Federico Ibarra Groth (Ciudad de México, 1946) se escenificarán en la sala principal del Palacio de Bellas Artes dos de sus óperas: El pequeño príncipe, inspirada en la novela El principito, de Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944), y Antonieta, basada en la vida de Antonieta Rivas Mercado (1900-1931), con la dirección concertadora de Iván del Prado (Cuba, 1969).

De acuerdo con el director cubano, se trata de dos mundos musicales distintos que forman parte de toda la obra compositiva del maestro Ibarra.

Sobre El pequeño príncipe señaló que se trata de “una ópera muy sutil: onírica, es decir, como un sueño fantástico. Como compositor, Ibarra tuvo la maestría de reflejar esa inconsistencia del sueño en la música.

Esta ópera es como esas piezas finas de cristal de orfebrería, es una labor de orfebrería musical, ya que trabajó de manera extraordinaria la química entre la orquesta y la voz.

La partitura es para un ensamble de cámara, agregó Del Prado, “lo que la convierte en una pieza muy íntima. Lo que impacta no son los grandes contrastes de una gran orquesta, sino el lenguaje sonoro –muy difícil de lograr–, con el que se crea ese ambiente onírico”.

No sólo se trata de tocar la pieza, sino de lograr esa atmósfera de un sueño, puntualizó. Es una obra que se inserta más en lo que es el movimiento impresionista, donde el color es lo más importante. De hecho, el ensamble no tiene contrabajos y, al no tener sonidos graves, el lenguaje musical se eleva y adquiere una especie de característica etérea. De ahí la complejidad de lograr ese ambiente.

En español, lengua con encanto sonoro

Ambas óperas están cantadas en español, además de que habrá también una pantalla en las que se proyectará la letra, como apoyo, por sí alguien no alcanzara a entender por completo lo que se esté cantando, comentó.

Para la cultura de América Latina es muy importante tener las óperas en español con la alta calidad compositiva del maestro Ibarra, porque como lengua tiene una riqueza y un encanto sonoro que podríamos explotar más, con lo que, de cierta manera, podríamos revertir la colonización, es decir, llevar nuestra cultura a Europa, consideró el director cubano.

Nadia Ortega, soprano que interpreta al pequeño príncipe, explicó que su papel es complejo, ya que su registro sonoro tiene que estar en medio de una mezzosoprano y una soprano. Como el personaje es un niño, tiene que sonar ligero y muy claro. Ese es el reto, ya que la obra no es vocalmente muy difícil, pero musicalmente hablando sí, ya que se trata de música contemporánea.

Para el barítono Enrique Ángeles, quien interpreta al piloto, se trata de una ópera que tiende a lo fantástico-utópico y coincide con Ortega en que musicalmente está muy bien pensada para la voz y para quien sepa realmente música, porque no cualquiera puede interpretar contemporáneo.

Con la adaptación del libreto de Luis de Tavira, dirección de escena de Luis Miguel Lombana, el elenco en escena lo completan Anabel de la Mora, Carla Madrid, Héctor Valle, Hugo Colín y Sergio Ovando.

Reflejo de un mundo interior

Antonieta es una ópera histórica, dramática y trágica interpretada por la Orquesta y el Coro del Teatro de Bellas Artes.

Al ser más dramática, explicó el director concertador, recurre a muchos elementos sonoros y contrastantes, por un lado explosivos y por otro está ligada al lenguaje de las óperas románticas, pues aborda la vida trágica de Antonieta Rivas Mercado, actriz, mecenas, escritora, promotora cultural, defensora de los derechos de la mujer y activista política mexicana, que se suicidó en la catedral de Notre Dame, en Francia.

En cuanto a la música es una obra más visceral y oscura en el sentido dramático, que se enfoca a lo que ella vivió, y que intenta reflejar sus conflictos y mundo interior, así como su amor por el arte y por México, de ahí los contrastes, subrayó Del Prado.

Con la dirección de escena de José Antonio Morales, el elenco lo forman Grace Echaurri, Jesús Suaste, Zaira Soria, Jesús Ibarra y Gerardo Reynoso.

El programa, que integra las dos óperas y un intermedio, se presenta los domingos 14 y 21 de febrero a las 17 horas, y el jueves 18 a las ocho de la noche, en la sala principal del Palacio de Bellas Artes (Eje Central y Avenida Juárez, estación Bellas Artes del Metro).