Durante cateo, policías federales los despojaron de dinero
Sábado 13 de febrero de 2016, p. 14
Monterrey, NL.
Los reos del penal de Topo Chico no han comido ni ingerido líquidos desde la medianoche del miércoles, cuando murieron 49 internos en una riña entre dos bandas rivales por el control de la prisión, afirmaron familiares en las afueras del centro penitenciario.
Acusaron a los policías federales que realizaron un cateo (en el que se localizaron armas y drogas) la noche del jueves de golpear a sus consanguíneos, robarles dinero y destruir sus pertenencias.
Con pancartas, hombres y mujeres pidieron a las autoridades: Déjenlos que tomen agua
y Los internos no tienen agua ni comida, queremos que les den comida
.
La madrugada del jueves se interrumpieron los servicios de agua y gas natural en la prisión y hasta anoche no se habían restablecido. Las autoridades aseguraron que en el transcurso del día se reanudaría la alimentación, pero a las 18 horas los familiares aseguraron que esto no había sucedido.
Este viernes las visitas se reanudaron de forma normal. Los familiares se encontraban preocupados por la seguridad de los reos y por conocer la lista de los más de 200 internos que serán trasladados a otros penales por haber cometido delitos del fuero federal.
Aquí afuera tenemos bastante agua, comida y fruta, pero allá adentro no tienen nada, no han comido ni bebido nada desde la noche del miércoles. Visité a mi hermano y tiene los labios partidos, y aparte los tienen en el patio bajo el solazo
, explicó una mujer que se identificó como Marycarmen.
En las afueras de la cárcel, el gobierno estatal instaló toldos para que los familiares de los internos reciban atención médica, legal, sicológica y alimentos, agua y fruta, pero no pueden meter al penal nada de eso.
Respecto del presunto robo de dinero, Yadira Rodríguez comentó que la noche del jueves entregó 200 pesos a su esposo, pero a mediodía lo vi y me dijo que muy temprano se lo habían quitado los policías
.
Marcela Garza señaló que su esposo tenía tres mudas de ropa y los uniformados se las decomisaron, junto con un mueble que tenía en su celda y un colchón, por lo que sólo cuenta con el uniforme. Tiraron todo a la basura, y ya nomás trae el uniforme. Y como hasta los colchones les quitaron, ahora están durmiendo en la pura cama de piedra
, dijo la vecina del municipio de Escobedo.