Este sábado, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, entregará al papa Francisco las llaves de la ciudad y lo nombrará huésped distinguido, ceremonia que tendrá lugar frente a la puerta principal de la Catedral Metropolitana.

Por tal motivo se construyó una plataforma de madera, con dos rampas de acceso, una con dirección al circuito de la Plaza de la Constitución y la otra al atrio del templo.

Se prevé que Mario Jorge Bergoglio se traslade a bordo del papamóvil desde Palacio Nacional, donde antes tendrá una reunión con el presidente Enrique Peña Nieto, al templete en el que esperará el mandatario capitalino.

Las llaves que recibirá el jefe del estado Vaticano son de plata pura, con una aleación de .999/1000. Cada una, mide 93 milímetros de largo, 32 de alto y seis de ancho, y pesa 280 gramos. Fueron fabricadas por la empresa Acuñación Artística Emblemática.

Una de las llaves tiene grabado el escudo de la Ciudad de México y la otra el nombre de Francisco.

En tanto que el pergamino es una hoja de papel artesanal de 34 por 21.5 centímetros y pesa 25 gramos. Al igual que la llave tiene el escudo de la Ciudad de México.

Se espera que a esta ceremonia, que se realizará en el Zócalo capitalino, asistan unas 60 mil personas.