Planean que investigadores de ambos países la elaboren en los próximos dos años
Unirán conocimientos científicos del Instituto Evandro Chagas y de la Universidad de Texas
Viernes 12 de febrero de 2016, p. 44
Brasilia.
Brasil y Estados Unidos firmaron este jueves el primer acuerdo internacional para elaborar una vacuna contra el virus del zika, informó Marcelo Castro, ministro brasileño de Salud.
La previsión inicial es que investigadores brasieños y estadunidenses desarrollen el inmunizante en los próximos dos años.
Las investigaciones estarán a cargo de la Universidad de Texas y el Instituto Evandro Chagas del estado amazónico de Pará, afirmó Castro, quien calificó el acuerdo como paso importante
para el desarrollo de una vacuna contra el virus del zika.
Según el Ministerio de Salud, la inversión en nuevas tecnologías es uno de los principales ejes del Plan Nacional de Enfrentamiento al mosquito Aedes aegypti y la microcefalia en recién nacidos, que efectúa el gobierno.
En este sentido, el ministro recordó que desde enero están en el país representantes del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (CDC), con el fin de realizar investigaciones de campo junto a profesionales del sector salud de Brasil.
Paralelamente, y como una manera de combatir al Aedes aegypti, 220 mil soldados recorrerán las calles de las ciudades más vulnerables para orientar a la población sobre cómo eliminar eventuales focos de reproducción del mosquito y ayudar a fumigar en caso de que sea necesario.
Estrecho vínculo
entre el sistema de saneamiento y el brote
Gilberto Kassabxiste, ministro de Ciudades, reconoció que existe un estrecho vínculo
entre el lamentable sistema de saneamiento del país y el brote del zika.
Castro añadió que análisis de laboratorio identificaron infecciones por el virus en tres personas que murieron el año pasado, aunque no se ha podido confirmar que se trate de la única causa de los decesos, mientras Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, confirmó este jueves el deceso en su país de tres personas por complicaciones asociadas al mal.
En París, investigadores e instituciones se comprometieron a divulgar gratuitamente sus futuros descubrimientos sobre el zika, una práctica poco usual justificada por la urgencia de saber más sobre el virus y erradicar la epidemia.