El próximo domingo 14 de febrero es el día más indicado para que el papa Francisco –si así lo decide–, reciba en audiencia dentro de su agenda privada, a víctimas de la violencia y pederastia, y en particular a los padres de los normalistas de Ayotzinapa.

Esta decisión, que todavía se negocia con el Episcopado Mexicano y el gobierno federal, no retira el ofrecimiento de que los padres de los estudiantes desaparecidos ocupen un lugar privilegiado en cualquiera de las celebraciones que oficiará el pontífice.

De concretarse esta reunión privada, sería el domingo, por la mañana, dado que la misa en Ecatepec se recorrió una hora, o en la tarde, luego que el pontífice haga una visita a los internos del Hospital Infantil de México.

Fuentes ligadas a las negociaciones y al clero, e incluso a algunos grupos de víctimas, coinciden en que se les ha informado que la reunión podría ser el domingo, sea en conjunto o por separado.

Además, las mismas fuentes señalaron que en un intento de presión, la cancillería planteó que si había reunión con los padres de los estudiantes de Ayotzinapa, los recibiera junto con otros grupos de víctimas y no solo a ellos.

En algunos viajes, Jorge Mario Bergoglio ha recibido en privado a diversas personas. En la lista, según las mismas fuentes, está incluido el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez. Es posible que también participe en la reunión con el grupo de víctimas.

De manera oficial, el vocero del Episcopado y coordinador general de la visita papal, el obispo Eugenio Lira Rugarcía, rechazó que esté prevista alguna reunión privada con víctimas, porque –según argumentó– han sido muchas las peticiones de audiencia y no se debe discriminar. No se podía privilegiar a un grupo, nos decían por qué a ellos sí y a nosotros no, no se puede decir que es más grande el sufrimiento de éstos porque son más conocidos que otros, indicó con relación a los padres de los normalistas de Ayotzinapa.

Sin embargo, la agenda privada la maneja directamente el Vaticano, y es la Compañía de Jesús la que en este caso representa a los padres de familia de los 43 estudiantes para que sean recibidos por el Papa, quien también jesuita.

Joaquín Aguilar, víctima de pederastia clerical y parte del grupo que solicitó una audiencia con el pontífice, precisó que les indicaron que el domingo hay altas posibilidades de que el Papa se reúna con algunas víctimas y confió en que el pontífice finalmente determine hacerse un espacio para recibirlos.