Cuernavaca, Mor.

Un juez de juicio oral formuló imputación contra el ex director de servicios periciales del municipio de Cuautla por violar las leyes de inhumaciones y exhumaciones y no cumplir los protocolos de manejo de cadáveres, por la inhumación de alrededor de 150 cuerpos en dos fosas clandestinas en un predio del poblado de Tetelcingo.

La otra acusada, la ex directora de servicios periciales de Morelos, no acudió a la segunda audiencia que se realizó en Cuautla, donde estuvieron los familiares de Oliver Navarrete Hernández, secuestrado, asesinado e inhumado de manera clandestina en una de esas fosas. La primera audiencia se efectuó el 29 de enero.

Roberto Villanueva, director de atención a víctimas de la Secretaría de Extensión Universitaria, aseguró que por los delitos que se imputan a los dos funcionarios –cuyos nombres se omitieron por presunción de inocencia– podrían enfrentar penas hasta de 70 años de cárcel.

Los familiares de Oliver Navarrete Hernández lamentaron que la Fiscalía General del Estado (FGE) no haya obligado a la ex directora de servicios periciales de Morelos a acudir a la audiencia y demandaron que una vez formulada la imputación contra ambos se les mantenga en prisión para enfrentar el proceso penal, pues están libres.

El cuerpo de Oliver Navarrete Hernández estuvo ocho meses y 12 días con los de 149 personas en una fosa común clandestina que la FGE usó en Tetelcingo, municipio de Cuautla, para inhumar restos que nadie reclamó o reconoció, pero el cadáver del joven sí fue identificado por sus familiares.

Familiares de Oliver, miembros de la comunidad de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos y familiares de desaparecidos siguen exigiendo que se exhumen los cadáveres de Tetelcingo para que se les practiquen exámenes de ADN.