En los menesteres de alcoba no hay más límites ni impedimentos que los prejuicios y, en ocasiones, los malos entendidos. Son, como todo en la vida, un juego: una cerrada partida de ajedrez, cuya complejidad aumenta conforme más se conocen los jugadores y avanza su edad.

Respecto de tal situación profundiza de manera jocosa y con desparpajo la obra El jardín secreto, que después de su estreno el pasado agosto en el Teatro La Capilla, ahora tiene nueva temporada en La Gruta del Centro Cultural Helénico, que concluirá el 26 de abril.

Anunciada como una farsa cómico-erótica del Siglo de Oro en pleno siglo XXI, esta divertida pieza de Verónica Maldonado ahonda en algunos dilemas, inquietudes y dudas que suelen suscitarse en el lecho nupcial, para poner sobre la mesa los conflictos de una pareja de amantes de edad madura en las lides sexuales.

La propuesta escénica, a cargo de la directora Rocío Carrillo, se desarrolla sobre un tablero de ajedrez en el que una pareja de monarcas es protagonista de una serie de hilarantes enredos y malos entendidos relacionados con el miedo al ocaso del deseo, la infidelidad, el desamor y la pérdida de la virilidad.

Fantasías y recónditos deseos

La historia plantea la cerrazón prevaleciente entre los maduros consortes para expresar sus inquietudes en el terreno carnal, así como las sospechas infundadas que uno mantiene en relación con el otro, situaciones que los obligan a desahogar sus más recónditos deseos y fantasías en sus respectivos diarios íntimos.

El papel central en esta trama tejida por el error y las suposiciones lo desempeña un desfachatado y cómico personaje femenino de nombre Peonza (en relación con el peón del ajedrez), interpretado por Pilar Boliver, que lo mismo hace las veces de doncella que de paje, de mayordomo que cocinero, y quien busca a toda costa ayudar a reflorecer la pasión de sus amos que se encuentran en el otoño de sus vidas.

La obra está ambientada en el Siglo de Oro español, en lo que respecta al vestuario, así como el lenguaje, cuyos giros y guiños recuerdan a los autores clásicos de esa época, aunque la poética y los diálogos están llenos de picardía y doble sentido, con profunda carga erótica.

No obstante lo anterior, la dramaturga Verónica Maldonado ha aclarado que, más que un montaje sobre la exploración sexual en la pareja, El jardín secreto busca abordar cómo vive el ser humano en diferentes épocas.

Decidimos hacer una exploración de cómo es y cómo se vive la sexualidad en otra edad y propuse una época distinta, con más prejuicios, una Edad Media un poco creada en la ficción, en la que en tono de comedia hablamos sobre lo que ocurre en una pareja cuando comienza a madurar, según explicó con motivo del estreno de la obra, en agosto de 2015.

Para la autora, la sexualidad es un territorio inabarcable que tiene siempre secretos por descubrir, sin importar la edad ni cuán tan maduras sean las personas.

En el elenco de El jardín secreto también participan Mercedes Olea, Ulises Basurto y Ernesto Lecuona.

Las funciones son los martes, a las 20:30 horas, en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico (avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn).