Los municipios no tienen la capacidad económica ni la técnica policial para enfrentar al crimen organizado, de ahí la valía de la propuesta de instaurar el mando único en las 32 entidades federativas, expuso la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Bárbara Botello, del PRI.

La legisladora, que gobernó la ciudad de León, Guanajuato, considera que no hay margen ni más tiempo para enfrentar el flagelo de la violencia proveniente de las mafias que operan en el país:

La iniciativa para crear el mando único es una acción directa para acabar con la corrupción y la impunidad que prevalece en algunos sectores policiacos del país. La seguridad es la razón de ser del Estado; el Estado que no garantiza la seguridad no podrá cumplir sus demás obligaciones, hoy con una propuesta tan novedosa se presenta la oportunidad de resolver un problema tan grave.

Bárbara Botello insistió en que los municipios no tienen la posibilidad técnica ni operativa para atender el tema de las agrupaciones policiacas, “30 por ciento del presupuesto se destina a las tareas de seguridad, pero lo más graves es que en las corporaciones sí hay infiltrados del crimen organizado, por eso esta iniciativa es tan importante, porque inhibe que las mafias se introduzca en las policías.

Tenemos 2 mil 400 municipios, de ellos mil 800 tienen policías, y sólo 10 por ciento cuentan con agentes certificados. Debemos partir de la realidad, en los municipios no se tiene capacidad para certificar y emitir garantías de control de confianza, no todos tienen una academia de policía. El tema de seguridad requiere una gran profesionalización, y no se puede porque no hay instrumentos de capacitación constante.

–No obstante, desde un importante número de municipios se genera el rechazo al mando único.

–Al municipio hay que atenderlo porque requiere dar servicios básicos, de estructura educativa y social, con eso tiene. Dejemos a los expertos este tema tan delicado y reconocer que una golondrina no hace verano cuando se emiten quejas focalizadas. Cuando yo me desempeñé como alcaldesa mis policías desgraciadamente se enfrentaban a la delincuencia organizada con armas de alto poder, y funcionan como batallones bien entrenados. Por ejemplo, en León, es una ciudad que requiere 4 mil 500 policías y yo la recibí con mil 500, y despedí a 600, deje esa tarea con 750 policías más.

–Otra vez soluciones medias o una radical–, se le preguntó.

–Tiene que ser una solución en conjunto y una reforma radical, porque la inseguridad se resuelve con el desarrollo social, oportunidades y la reconstrucción del desarrollo social. Hay problemas adyacentes: un alcalde cuyo gobernador no es de su propio partido, ¡pues está frito!, yo lo viví. La seguridad es una acción coordinada. A mí me tocó que el gobernador nos castigó y no nos apoyaron en nada.

–Entre las objeciones a la iniciativa del Ejecutivo, una de ellas es que pasa por encima de la autonomía del municipio.

–Con el mando único no se debilita a ningún nivel de gobierno, se le quitaría a los alcaldes una responsabilidad que no pueden afrontar ni desde los ámbitos económicos ni técnicos.

Si se atiende la seguridad desde los tres niveles de gobierno y lo acatamos, no se debilita un nivel de gobierno, lo que se buscan son corporaciones fuertes que sean controladas.