Al menos 13 millones de adolescentes de 15 años que participaron en 2012 en el Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (Pisa, por sus siglas en inglés), en los países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), tuvieron bajo desempeño en alguna de las disciplinas evaluadas: matemáticas, lectura y ciencias. Y si se consideran todas las materias, la cifra es de 6.4 millones.

De ellos, 456 mil 475 son alumnos mexicanos de bajo rendimiento en los tres campos, mientras 805 mil 842 se ubicaron en el nivel más bajo de aprendizaje en matemáticas, 605 mil 11 en lectura y 692 mil 490 en ciencias.

El informe Estudiantes de bajo rendimiento: por qué se quedan atrás y cómo ayudarles a tener éxito, elaborado por el organismo multinacional, destaca que uno de cada cuatro alumnos de 15 años en las 34 naciones integrantes no alcanza el nivel básico de desempeño.

Los estudiantes que se ubican por debajo de éste sólo pueden responder preguntas con instrucciones claras y relaciones sencillas, pero no pueden enfrentarse a problemas que demanden razonamientos complejos, por lo que no tienen los conocimientos para participar plenamente en una sociedad moderna.

Los factores que propician estos resultados en su aprendizaje son múltiples, alertó en videoconferencia desde París, Francia, Gabriela Ramos, directora del gabinete de la OCDE.

Se detectó que la probabilidad de obtener bajo rendimiento es mayor en los estudiantes en condiciones socioeconómicas desfavorecidas.

En el caso de México se identificó que un alumno de escasos recursos tiene una expectativa tres veces mayor de obtener bajo rendimiento, en comparación con uno socioeconómicamente favorecido. A esto se suman factores como ser mujer, vivir en zona rural, hablar una lengua distinta a la que se usa en la escuela o no haber cursado prescolar.

En 2012, agregó, 55 por ciento de los estudiantes mexicanos tuvieron bajo aprovechamiento en matemáticas, en comparación con una media de 23 por ciento en los países que integran el organismo. En lectura fue de 41 por ciento, frente a 18 por ciento, y en ciencias la diferencia fue de 47, contra una media de 18 por ciento.

Los estudiantes que se ubican en esta condición, afirmó Ramos, muestran desapego a su aprendizaje, lo que puede generar alto nivel de deserción. Salen de la escuela, explicó, con conocimientos muy básicos y precarios, por lo que, afirmó, se está condenando a estos jóvenes a un futuro nada promisorio.

Destacó que en México, al igual que en las naciones que participan en Pisa, los estudiantes de bajo rendimiento faltan más a clases y dedican menos tiempo a sus tareas. De los estudiantes mexicanos de bajo desempeño en matemáticas, 25 por ciento perdieron un día de clases, frente a una media de 23 por ciento de la OCDE. Sin embargo, estos jóvenes dedicaron cuatro horas a la semana para realizar sus tareas, frente a un promedio de 3.5 horas del resto de las naciones.

Agregó que el ausentismo docente también incide, pues se detectó que quienes asisten a colegios en los que existe este problema tienen una probabilidad 26 por ciento mayor de tener bajo aprovechamiento en matemáticas, frente a una media de la OCDE de 12 por ciento.