Madrid.

El ex presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, tiene de nuevo las puertas abiertas para circular por España sin problemas legales. El juez de la Audiencia Nacional de España, Santiago Pedraz, ordenó el archivo provisional de la investigación abierta contra el político mexicano por cuatro delitos: cohecho, blanqueo de capitales, asociación de malhechores y malversación de fondos públicos.

El magistrado reconoció que no hay base alguna para vincular a Moreira Valdés con ninguna organización criminal, incluida la banda de Los Zetas, tal y como acusaba la Fiscalía Anticorrupción.

“No se ha confirmado en esta investigación, tras el desplazamiento realizado por el propio magistrado y el fiscal a San Antonio, Texas (Estados Unidos), que Moreira tenga relaciones patrimoniales con el cártel, tanto en relación con obtener dinero como a blanquear beneficios de origen delictivo”, señaló el juez Pedraz en su auto, que entierra al menos de forma provisional la sombra de la sospecha sobre Moreira en el país ibérico, con lo que podrá regresar a terminar sus estudios de doctorado en Barcelona, donde residió en 2013 después del asesinato de su hijo, José, a manos de Los Zetas.

El juez español explicó en su auto algunos detalles de la investigación que le llevó a seguir los pasos de Moreira durante su estancia en Barcelona, donde estuvo incluso sometido a seguimientos y al espionaje telefónico, con la grabación de sus conversaciones. Además de que se recabaron las pruebas y los testimonios conseguidos en Estados Unidos, sobre todo lo relacionado con Rolando González Treviño, señalado como supuesto prestanombres del político mexicano. Así como el origen del dinero que recibió durante 2013 –alrededor de 200 mil euros (4 millones de pesos)–, y que los fiscales sostenían que su procedencia era ilícita. Según el magistrado, el dinero que recibió Moreira en ese periodo se hizo por los cauces ordinarios, sin que pueda calificarse de desproporcionado y que, por tanto, se deduce que no hay autoblanqueo.

Moreira fue detenido el pasado 15 de enero en el aeropuerto de Madrid-Barajas por agentes de la policía nacional. Tras ser trasladado ante juez de la Audiencia Nacional se dictó una orden de prisión incondicional, que lo llevó a permanecer una semana en la prisión de alta seguridad de Soto del Real. El 22 de enero fue puesto en libertad con medidas cautelares, que consistían en la prohibición de salir del país y le retuvieron el pasaporte, al menos hasta que la providencia de aquel día fuera firme y venciera el plazo para presentar un recurso. El 29 de enero, la fiscalía anunció mediante un comunicado que no pretendía recurrir la medida, con lo que le abrió las puertas al juez para que le devolviera el documento para viajar, lo que hizo hasta el pasado 2 de febrero, en un auto en el que además anunció que mantendría abierta la investigación y el secreto de sumario.

Moreira acudió por su pasaporte y en menos de 24 horas regresó a México, de forma precipitada y sin informar siquiera a sus abogados. El hecho de que mantuvieran abierta la investigación policial habría sido uno de los motivos. La causa, finalmente, fue ayer archivada o sobreseída de forma provisional, con lo que se deja la puerta abierta a nuevas instrucciones si los fiscales recaban nuevas pruebas, pero hoy por hoy Moreira podrá circular por el país ibérico sin ningún riesgo de ser detenido.