En la próxima contienda electoral, al gobernador de Chihuahua, César Duarte, le va la cárcel, y no por venganza personal, sino porque es una de las principales exigencias de la sociedad del estado, advirtió el senador panista Javier Corral Jurado después de que el pleno le concedió licencia por tiempo indefinido para ausentarse de sus tareas legislativas.

En entrevista posterior, dijo que pese al Partido Revolucionario Institucional y las televisoras, que, dijo, harán todo para evitar su triunfo, contenderá por la gubernatura de Chihuahua con un Partido Acción Nacional unido, con el también chihuahuense Gustavo Madero como su coordinador estratégico de campaña.

Ante el pleno, reconoció que enfrentará una de las más duras batallas de su carrera política, en la que demostrará que desde la política y el sistema de partidos se puede recuperar la confianza ciudadana.

Corral insistió en que pugnará por que culmine el proceso penal contra Duarte y “pague sus latrocinios. No se trata de una rencilla partidista, sino de justicia y combate a la impunidad.

Es hora de que haya un precedente de combate real a la corrupción, para que Duarte rinda cuentas por la enorme fortuna que ha acumulado de forma inexplicable, acusó. Sus compañeros panistas, perredistas y petistas reconocieron su trayectoria y labor en el Senado. Los priístas lo ignoraron.