Londres.

Un autobús rojo cruza un puente en la capital inglesa. El cielo matutino es azul brillante. De pronto, de la parte trasera del vehículo surge una bola de fuego y se escucha una explosión atronadora. Columnas de denso humo gris se elevan al cielo; el autobús se detiene en seco y comienza a ser devorado por las llamas en el puente.

Esta fue la escena en el puente Lambeth del centro de Londres a las 10:30 de la mañana del domingo pasado, cuando un camión de doble cubierta fue detonado como parte de una escena de la próxima película The Foreigner (El extranjero), cuyos actores principales son Jackie Chan y Pierce Brosnan. En la cinta, que ha sido descrita por los productores como un “thriller de cruda acción”, Chan se venga de los terroristas irlandeses que causaron la muerte de su hija.

La escena del domingo fue tal vez espectacular, pero, con el Reino Unido en alerta por terrorismo –el nivel actual de amenaza es severo, con alta probabilidad de un ataque–, muchos testigos reaccionaron con temor, confusión e indignación. Se han hecho comparaciones con los ataques con bomba del 7 de julio de 2005, cuando el autobús número 30 fue atacado con bombas en Tavistock Square, con 13 personas muertas, incluido el atacante suicida Hasib Hussain.

John Taylor, cuya hija Carrie, de 24 años, fue una de las siete personas muertas en el ataque a la estación del metro Aldgate, ese mismo día, calificó de insensible la filmación y señaló que no se habían considerado las consecuencias.

Otros casos

No es la primera vez que una escena cinematográfica peligrosa tiene resultados adversos. En 2000, el Departamento de Defensa de Estados Unidos hizo volar un avión a baja altura en el centro de Manhattan, cerca de la zona de los ataques del 11-S de 2001, para tomar fotos del muelle de Nueva York. La sesión fotográfica causó pánico extendido y condujo a la evacuación de varios edificios en Manhattan y Jersey City. Se dijo que el presidente Obama estaba furioso.

En otra ocasión, un teatro de Misuri contrató a un grupo de actores que irrumpieron en una función de Iron Man 3 portando armas falsas, lo cual –a la luz del tiroteo ocurrido en una función de Batman: El caballero de la noche en Aurora, Colorado, un año antes– causó un comprensible escándalo. Un veterano del ejército que estaba entre el público afirmó que esa representación disparó su estrés postraumático.

Según el Código de Prácticas de Filmación en Locaciones de Londres, las compañías productoras deben consultar con los servicios de emergencia y los residentes locales en anticipación a esas filmaciones. En este caso la policía metropolitana, el cabildo de la ciudad de Westminster, el MI5, el MI6, el Ministerio de Defensa, la Autoridad de Aviación Civil y la autoridad portuaria de Londres fueron informadas, y el equipo de producción distribuyó avisos en los buzones de las casas de Lambeth el 29 de enero. Sin embargo, un vocero de la empresa Transport for London (TfL) ha reconocido que la explosión del domingo fue más grande de lo anticipado.

El permiso de cerrar la vialidad para filmar en el puente Lambeth el domingo se concedió en consulta con varias partes, entre ellas los distritos londinenses relevantes, señaló Garrett Emmerson, jefe operativo de transporte de superficie de TfL. La explosión que ocurrió fue mucho más grande de lo que indicó originalmente la compañía fílmica. Ofrecemos disculpas por la perturbación que este incidente ha causado y hemos emprendido una revisión de los protocolos de filmación.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya