El América consiguió su primer triunfo del torneo en el estadio Azteca: 2-0 al Santos Laguna, que supo a gloria, porque ocurrió cuando más ansioso y presionado estaba el equipo por obsequiar una alegría a su público.

Con gran mérito de Paul Aguilar, Oribe Peralta inauguró el marcador; no obstante, el delantero no festejó el tanto anotado al equipo de sus amores, unos albiverdes que vieron rota su racha de tres victorias al hilo.

El lateral derecho Paul Aguilar regresó por sus fueros, superó la lesión en la rodilla izquierda que sufrió en la pretemporada y fue el fiel de la balanza en el primer tiempo para poner en ventaja a un América que era inoperante, sin ideas e incapaz de superar a un rival bien plantado a la defensiva.

Con esa lucidez y determinación que suele mostrar en momentos críticos, cuando las Águilas se volvían locas en ataques sin ton ni son, apareció Aguilar por el lado derecho, barriéndose impidió que la pelota saliera del campo, eludió a su marcador y sacó un extraordinario centro... le puso medio gol a Peralta.

El Cepillo, frente al primer poste, se lanzó de palomita y encajó el balón casi en la horquilla superior izquierda, para el 1-0 al minuto 45. Peralta sólo miró al cielo, se persignó y se dejó abrazar por sus compañeros. No festejó por el gran afecto al Santos.

Los Guerreros llegaron con la idea de atrincherarse y provocar la desesperación del anfitrión, pero al minuto 15 se lesionó César Ibáñez y el nervioso Luis Zubeldía, técnico visitante, quemó su primer relevo al meter al ex chiva Kristian Álvarez (17).

Los albiverdes sobrellevaron el juego, y cuando pasaron apuros el portero Agustín Marchesín evitó goles cantados ante remates de Darwin Quintero y de Peralta, hasta que fue sorprendido por el tanto del Cepillo.

Al inicio del complemento, Zubeldía sacó a Ulises Dávila y metió al ex americanista Luis Quick Mendoza, pero los pupilos de Ignacio Ambriz apretaron marcas para complicar el esquema de los de Torreón.

Mendoza realizó la mejor aproximación: un disparo potente que el portero Moisés Muñoz desvió exhibiendo grandes reflejos.

Poco después Ambriz hizo su primer cambio al sacar a Quintero y meter al Pipa Benedetto. Más tarde Michael Arroyo dejó su sitio a Andrés Andrade (71). Zubeldía dio el último impulso a los suyos con la entrada de Martín Bravo por Andrés Rentería (71).

El Santos Laguna estuvo lejos de mostrar el nivel de partidos recientes, se vio fatigado, displicente en la recta final, lo que aprovechó el América para clavar el segundo tanto y hacer explotar a sus porras, ubicadas en la cabecera norte.

Rubens Sambueza llegó hasta línea de fondo para sacar un centro retrasado hacia Andrade, quien tiró con potencia para el 2-0, al 92 de acción.

Ambriz confesó: ¡Nos urgía ganar mucho en casa!, estábamos dejando puntos aquí y de nada servía estar ganando afuera si no éramos capaces de sumar como locales. La victoria nos da oxígeno para estar mejor, nos ayuda mucho en la confianza.

Zubeldía aclaró que hablar sobre si fue justo o no, no me gusta; América tuvo más oportunidades y metió los goles, a eso se reduce todo... Perdimos porque el rival hizo dos goles y nosotros ninguno, aunque no siento que nos hayan dominado del todo.