La decisión del gobierno federal de reducir de 5 a sólo uno por ciento su participación en las utilidades de la Red Compartida y de 0.29 a 0.15 por ciento la exigencia de cobertura social que deberá alcanzarse en el primer año de funcionamiento del proyecto, se realizó para hacer más atractiva la licitación entre las empresas y para que puedan obtener una pronta rentabilidad dado que, a diferencia de otras naciones, tender dicha infraestructura partirá de cero y enfrentarán una orografía muy compleja y una población muy dispersa, consideró Efrén Paéz Jiménez, analista en jefe de la consultoría Mediatelecom.

No obstante, destacó que el mayor atractivo para que las empresas se atrevan a participar en la Red Compartida es que se licitarán 90 megahercios de la banda de 700 Mhz, lo que representa buena parte de la inversión porque contarán con el espectro a precio bastante bajo, espectro que puede usarse para proporcionar larga distancia y diferentes servicios de telecomunicaciones.

Sobre la cobertura social, sostuvo que representa el principal objetivo del proyecto porque 34 por ciento de la población del país, equivalente a 38.4 millones de personas, viven en localidades que tienen menos de 10 mil habitantes y la mayoría carece de servicios de telecomunicaciones.

Sin embargo, las autoridades plantearon originalmente que por cada punto porcentual que la Red Compartida cubra en zonas urbanas con más de 10 mil habitantes, en las comunidades rurales con menos de 10 mil habitantes tendrá que incrementarse 0.29 por ciento, pero redujeron dicha meta casi a la mitad, refirió.

Consideró que las reducciones de utilidades y cobertura social, asentadas en el concurso internacional que se lanzó el pasado 29 de enero, pueden ser consecuencia de las observaciones y planteamientos que hicieron diversas empresas y analistas en la consulta pública que se realizó el año pasado sobre las prebases de licitación.

Probablemente los cambios se hicieron como incentivo de negocio: para hacerlo más atractivo porque se trata de un proyecto demasiado exigente, para no imponer demasiada presión sobre la red y para que (la empresa ganadora) pueda alcanzar un despliegue rápido en ciertas zonas de difícil acceso, comentó.