Viernes 5 de febrero de 2016, p. 26
El gasto en inversión, cuya evolución determina el crecimiento futuro del país, afrontará en los siguientes meses una desaceleración, anticipó Mario Correa, economista en jefe de Scotiabank en una conferencia de prensa.
El panorama para la inversión es complicado
, dijo. Para empezar, los altos niveles de incertidumbre que prevalecen en el entorno son usualmente negativos para la inversión. Mientras, los inesperadamente bajos precios del petróleo pueden frenar, al menos durante algún tiempo, parte de los planes de expansión que se contemplaban en la industria petrolera, consideró.
Aunado a ello, las presiones que registran las finanzas públicas, ante la caída en los ingresos petroleros de los próximos años, puede afectar negativamente los planes de inversión pública, especialmente en infraestructura. En este entorno, es previsible un ritmo de expansión más lento en la inversión de la economía durante el presente año, dijo el especialista.
Vaivenes pronunciados en el peso
A consecuencia de un entorno global más adverso y del elevado nivel de incertidumbre prevaleciente en los mercados financieros internacionales, es previsible que la menor abundancia de flujos de inversión hacia México se traducirá en un tipo de cambio más elevado que el que observado en 2015, y que a lo largo del año se observen vaivenes pronunciados en el valor del peso, expuso Correa.
En el desempeño de la economía mexicana se percibe una situación de claroscuros
, marcada por la caída en la actividad petrolera, tanto por menores precios como producción.
Por el lado de los que muestran un pobre desempeño destacan, en primer lugar, la minería, afectada por la caída de la producción petrolera, que tardará todavía un buen tiempo en comenzar a repuntar, consideró.
Algunas de las ramas relacionadas con la actividad petrolera, como la industria química, los derivados del petróleo y del carbón, también se verían afectados.
La caída en los precios del petróleo ha generado presiones en las finanzas públicas, que se podrían reflejar en el renglón de obras de ingeniería civil y pesada, que mostraría una evolución negativa durante el año y limitaría parcialmente las perspectivas para el total de la industria de la construcción, apuntó.
En la industria, las manufacturas relacionadas con la industria automotriz o la aeroespacial deberían seguir con empuje importante. En servicios se observa fortaleza en hoteles y restaurantes, en comercio, y en transportes y comunicaciones. Incluso en el financiero se espera mejoría respecto de 2015.