Economía
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Permanecerá alta la volatilidad que ha provocado la pérdida del valor de peso, advierte

Necesario, que gobierno y Pemex ajusten finanzas, plantea el BdeM

El banco central mantiene su tasa en 3.25%; seguirán deprimidos los precios del petróleo, señala

 
Periódico La Jornada
Viernes 5 de febrero de 2016, p. 25

La volatilidad en los mercados financieros internacionales, que provocó en el año reciente la pérdida de una cuarta parte del valor de cambio del peso frente al dólar, permanecerá alta e incluso puede ir en aumento. Al mismo tiempo, el precio del petróleo seguirá deprimido por un horizonte relativamente largo, advirtió este jueves el Banco de México (BdeM). Para afrontar ese entorno, consideró necesario que el gobierno federal e incluso Petróleos Mexicanos (Pemex) realicen el ajuste requerido en sus finanzas que les permita absorber el choque representado por la caída en el precio del crudo, cuyo valor es hoy menos de un tercio del que tuvo en el verano de 2014.

El banco central decidió mantener en 3.25 su tasa de interés de referencia, dado que espera que la economía siga con su actual ritmo de crecimiento y no advierte presiones inflacionarias. Como lo había anticipado, el Banco de México actuó en el mismo sentido que el Banco de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, que esta semana dejó sin modificación su tasa.

La tasa de referencia es uno de los instrumentos principales con los que el banco central cumple su objetivo de controlar la inflación y el nivel en que se determina en parte el costo que pagan las empresas y personas por los créditos o el premio que reciben los ahorradores por sus depósitos.

En el comunicado emitido ayer, la junta de gobierno del Banco de México advirtió que la economía mundial continúa debilitándose ante la atonía del crecimiento de los países avanzados, persistente desaceleración de los emergentes y un estancamiento del comercio mundial. En Estados Unidos, el crecimiento del producto interno bruto disminuyó en el cuarto trimestre de 2015, desempeño en el que destacó la debilidad del sector industrial y en especial de sus manufacturas –que son los canales mediante los cuales la economía mexicana se conecta con los de aquel país a través de las exportaciones– destacó.

Mientras el crecimiento se debilita, los mercados financieros internacionales registraron, mencionó la junta de gobierno del banco central, un aumento importante de su volatilidad, lo que ha dado lugar a nuevas depreciaciones de las monedas de economías emergentes frente al dólar.

Hacia adelante no se puede descartar que la volatilidad financiera internacional permanezca alta e incluso se incremente, consideró. Tres son los factores por los cuales llega a esa previsión: que no hay claridad respecto de que las medidas de política económica adoptadas por el gobierno de China –la segunda economía del mundo– puedan evitar la desaceleración de su economía; que se prevé un horizonte relativamente largo de precios deprimidos del petróleo; por el efecto que tendrá en los mercados financieros internacionales la normalización de la política monetaria en Estados Unidos –país que inició el ciclo de alza de tasas de interés en diciembre pasado.

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El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, en imagen de archivoFoto Guillermo Sologuren

Bajo crecimiento mundial

El Banco de México juzgó que, ante el entorno de bajo crecimiento mundial y persistente volatilidad financiera, el gobierno mexicano y Pemex deben ajustar el gasto para compensar las pérdidas de ingreso derivadas de la caída en el precio internacional de crudo, que cotiza actualmente en 26.34 dólares, menos de un tercio de los 98.7 dólares por barril en que se vendía en junio de 2014.

Para afrontar la situación internacional, para México es fundamental mantener un marco macroeconómico sólido, para lo cual será necesario llevar a cabo los ajustes requeridos en las finanzas públicas, incluido Pemex, para absorber el choque a los ingresos públicos que ha representado la caída y el deterioro de las perspectivas del precio del petróleo; modificar la postura de política monetaria (cambiar la tasa de referencia) al ritmo que sea pertinente y continuar implementando adecuadamente las reformas estructurales, en particular en el sector de hidrocarburos, recomendó.

El seguimiento de las recomendaciones, consideró, deberá incrementar la confianza en México y contribuir a distinguir al país de otras naciones emergentes, de tal forma que el componente de riesgo soberano (la calificación que recibe el país respecto de la posibilidad de que caiga en incumplimiento de sus obligaciones) en las tasas de interés, al igual que otras primas de riesgo, permanezcan en niveles bajos. Esto último es crucial ante el actual entorno externo en el que las condiciones financieras se están tornando más astringentes, apuntó.