La moneda nacional regresó del primer puente de asueto largo de este año con una devaluación de 2.1 por ciento en su paridad con el dólar, la más pronunciada durante 2016, de la mano de la caída en las cotizaciones internacionales del petróleo al cerrar la divisa estadunidense en 18.80 pesos a la venta en los principales bancos del país.

Las presiones sobre el peso mexicano se dejaron sentir desde la apertura de las transacciones en el mercado local de cambios, las cuales ocasionaron que el Banco de México activara en dos ocasiones la subasta de divisas debido a la acelerada depreciación del peso. La primera fue a las 9 horas por 200 millones de dólares, asignados a un tipo de cambio promedio de 18.42 pesos, y la segunda a las 14:05 horas, también de 200 millones de dólares, subastados a un precio ponderado de 18.48 pesos. Se utilizaron los 400 millones de dólares disponibles.

Especialistas en cambios atribuyeron el debilitamiento del peso frente al dólar a la caída de los precios del petróleo, pero también a la especulación desatada en contra de la moneda mexicana en recintos de la economía casino como el mercado de futuros de Chicago.

Apuestas en contra en Chicago

A este respecto Gabiela Siller, directora de análisis económico financiero de Banco Base, hizo notar que al martes 26 de enero las posturas netas a la espera de una depreciación del peso en el mercado de futuros de Chicago fueron de 76 mil 607 contratos, cada uno de 500 mil pesos. Este es el nivel más alto de posturas en contra del peso desde la última semana de agosto de 2015.

Después de señalar que el crudo West Texas Intermediate (WTI) cerró con una pérdida de 5.35 por ciento, a 29.93 dólares por barril, la economista explicó que en el mercado de materias primas, los inversionistas han centrado nuevamente su atención en la sobre oferta global de petróleo en un marco de debilidad económica, mientras una posible negociación para recortar la producción parece quedar descartada en el corto plazo.

Por su parte, los especialistas de la casa de bolsa Banorte-Ixe no descartaron presiones adicionales en el corto plazo por factores externos para el tipo de cambio, tales como nuevas bajas en el precio del petróleo e incertidumbre y volatilidad inducida por políticas económicas en China.

En las grandes operaciones interbancarias el dólar cerró a 18.53 pesos, 38.4 centavos más que en sesión anterior, lo que significó para el peso una devaluación de 2.11 por ciento respecto del viernes 29 de enero.