Guadalupe Pereda asesinó a su esposo, Carlos Balderas, cuando la agredía físicamente
Los padres del occiso son litigantes y dijeron estar dispuestos a hundir
a la acusada
Domingo 31 de enero de 2016, p. 23
Ciudad Juárez, Chih.
María Guadalupe Pereda Moreno terminó el 14 de octubre pasado con una relación de violencia física, económica, verbal y sicológica que padecía, cuando en defensa propia
mató a su esposo, el abogado Carlos Alberto Balderas Castañeda, pero ahora está internada en el penal femenil número dos, donde espera el juicio oral por el delito de homicidio.
Al ser vinculada a proceso, los padres de Balderas Castañeda –ambos también litigantes– llegaron con seis abogados y dos agentes del Ministerio Público dispuestos a hundir
a la nuera y a quitarle la custodia de la hija que la pareja procreó.
El Código Penal establece que cuando se comete un crimen en defensa propia no existe vinculación a proceso, criterio que ha sido aplicado al menos 20 veces en los tres años recientes en casos similares, a pesar de lo cual la juez tomó esa decisión.
La historia la relatan la joven encarcelada y Santiago González Reyes, coordinador del Área de Defensa Jurídica de la Red Mesa de Mujeres, organización no gubernamental que se hace cargo del caso, pues a ella se le asignó un defensor de oficio por no tener dinero.
A decir de González Reyes, María Guadalupe debe ser juzgada con perspectiva de género por el homicidio de su pareja, debido a que sobrevivió al ataque de su marido cuando era amenazada con un arma de fuego. Además, enfrenta violencia institucional por cómo resolvieron el proceso judicial, y por ese motivo tomamos el caso
.
Pereda Moreno, en ese entonces de 17 años y madre soltera de una bebé, conoció en marzo de 2013 a Balderas Castañeda, de 35 años, en el restaurante McDonald’s, donde ella trabajaba y que él frecuentaba, pues se ubica junto a los juzgados federales, donde él, como abogado, defendía a “personas detenidas por delitos contra la salud.
Siempre que acudía me buscaba para platicar un rato, me invitó a trabajar para él de secretaria en un horario que me ayudaba a continuar los estudios y con un mejor sueldo, lo que acepté por necesidad económica
, recuerda.
Bajo una relación desigual, de patrón a empleada, ella menor de edad en aquella fecha, él le propuso sostener una relación sentimental, que se dio, y al año tuvieron una niña que actualmente tiene más de 24 meses.
Posteriormente ella dejó de trabajar para dedicarse a estudiar criminología, y ahí comenzó la violencia, que relata así: cuando ya estaba en una posición completamente subordinada a él, sin sueldo y en su casa, comenzó la violencia; primero verbal y económica, después sicológica y física
.
El abogado de la mujer interviene: “el 14 de octubre de 2015, Carlos tenía cinco días consumiendo alcohol, cocaína y mariguana. Mary le pidió permiso para ir a hacer un trabajo de la escuela, pero él comenzó a insultarla y golpearla, diciéndole que se iba a ver con otro.
“(Por prudencia, ella) le dijo que mejor no iría, pero eso lo enfureció más; tomó un arma, la subió a la camioneta y le dijo ‘ya ves que eran puras pinches mentiras, ahora vamos, cabrona’”.
Llegaron a la casa de una compañera de la universidad donde sus compañeros de equipo hacían un trabajo. Los ahora testigos recuerdan que le ofrecieron a Mary llamar a la policía, pero ella se negó porque al estar él armado se ponían en peligro.
Otra de sus compañeras relata: “estaba como ido, y por nada se ponía muy agresivo con Mary, y se fueron pronto.
“Ya en la casa no la dejó salir a recoger a sus dos hijas a la guardería, la estaba golpeando con una mano y en la otra tenía la pistola. Luego dejó el arma sobre un buró para cerrar la puerta, le iba diciendo en voz alta: ‘ahora sí ya valiste verga’. Mary supo que las cosas ya se habían salido de control y que en esa ocasión sí creía que la podía matar.
“Ambos corrieron hacia el arma, ella la tomó por la cacha y él por el cañón; cuando salió el primer disparo, que fue a dar a la pared, comenzó un forcejeo más intenso. Él le dijo: ‘cuando se saca un arma es para matar’; entonces sonó el segundo disparo, que le dio a Carlos en el abdomen; él se desvaneció y ella salió a pedir ayuda. Llamó al 066 y a los vecinos”.
Un vecino, que también será testigo en el juicio oral, entró con ella a la casa y vio cuando el abogado apuntaba con el arma y le decía: te voy a matar
, pero murió antes de que llegaran los paramédicos que ella solicitó.
María Guadalupe fue presentada ante los medios de comunicación por la policía ministerial como asesina a sangre fría
de su pareja; luego la vincularon a proceso por homicidio y fue internada en el penal femenil número dos.
El argumento principal de la juez para dar vinculación a proceso es que cuando tomaron el arma y forcejearon él no la estaba atacando.
La mamá del fallecido, también abogada, presentó una demanda civil para quitarle la custodia de la niña a su nuera, por estar detenida y estar incapacitada para cuidarla
, a pesar de que la menor está bajo el cuidado de la abuela materna.