AL y el Caribe, con 6% de la pérdida mundial de comida
Lunes 18 de enero de 2016, p. 33
Por lo menos 6 por ciento de las perdidas mundiales de alimentos ocurren en América Latina y el Caribe, donde se desperdicia 15 por ciento de la comida disponible, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
Tan sólo en México se detectó que lo que más se desecha son leche, pescados y mariscos, arroz, aguacates, nopales, guayabas, mangos, plátanos y pepinos. Las principales causas son la administración ineficiente de insumos y productos, sistemas inadecuados de transporte, distribución y almacenaje, falta de infraestructura adecuada, certificaciones y estándares de calidad, entre otros.
La FAO destaca que el desperdicio de alimentos vinculados al consumo en el país se genera por compras excesivas; manejo inadecuado de mercancías; productos maltratados, en mal estado o por sobremadurez, y por la mezcla de unos en buen estado con algunos que ya no son aptos para el consumo humano.
En la región, considera el organismo multinacional, 28 por ciento de este fenómeno se genera en el consumo, la misma cifra en la producción, 22 en manejo y almacenamiento, 17 en mercado y distribución y 6 por ciento en el procesamiento.
Agrega que la comida que se desecha, a pesar de estar en buen estado, en la venta al detalle en América Latina podría cubrir las necesidades alimentarias de más de 30 millones de personas, cifra que representa 64 por ciento de quienes sufren hambre.
El problema del hambre fundamentalmente se debe a que los sectores más vulnerables no cuentan con los medios económicos para acceder
a la comida, apunta el organismo en su informe Pérdidas y desperdicios de alimentos en América Latina y el Caribe.
Al respecto, organizaciones campesinas señalaron que el desperdicio de alimentos se inicia después de la cosecha debido a la falta de infraestructura de almacenamiento. También, a que la mayoría de los pequeños y medianos productores carecen de una red de frío para preservarlos.
Estas condiciones sólo benefician a las grandes cadenas comercializadoras, quienes establecen una enorme diferencia entre el precio de compra al productor y el costo en anaquel
, afirmó Max Correa, dirigente de la Central Campesina Cardenista.
El encarecimiento de alimentos, agregó, también se elevará por el impacto en el costo de insumos agrícolas que se adquieren en dólares, como semilla, agroquímicos y herbicidas.
Recordó que desde el sexenio del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, en los años 90 se desmanteló la infraestructura de almacenamiento, que quedó concentrada en muy pocas manos, mientras la comercialización a través de las centrales de abasto no es la más adecuada
.
Según la FAO, 47 millones de personas sufren hambre en países latinoamericanos, lo que representa 7.9 por ciento de su población. Sin embargo, destaca que la región produce comida suficiente para que todos sus habitantes tengan una alimentación adecuada.