Teherán.

Irán acusó este jueves a Arabia Saudita de haber bombardeado su embajada en Saná, capital de Yemen, y prometió presentar una protesta formal ante la Organización de Naciones Unidas (ONU). Riad adelantó que investigará la acusación.

Las tensiones entre Teherán y Riad se han intensificado desde el pasado fin de semana, cuando el reino decapitó a 47 personas, entre ellas el clérigo chiíta Nimr Baqr Al Nimr, lo que llevó a Arabia Saudita a romper relaciones diplomáticas con Irán tras ataques a su embajada en Teherán.

Durante un bombardeo de Arabia Saudita contra Saná, un cohete cayó cerca de nuestra embajada y desafortunadamente uno de nuestros guardias fue gravemente herido, dijo a la agencia oficial IRNA el viceministro iraní de Relaciones Exteriores, Hosein Amir Abdolahian. Arabia Saudita es responsable de la seguridad de nuestros diplomáticos y de nuestra embajada en Saná, agregó, en referencia a que el país lidera la coalición árabe que interviene en el conflicto en Yemen, en apoyo de las tropas del gobierno de Abd Rabo Mansur Hadi.

El viceministro también desmintió las acusaciones de Bahréin, que afirmó haber desmantelado una célula terrorista vinculada a Irán y al grupo libanés Hezbolá. No hay ningún vínculo entre este escenario montado y la república islámica de Irán, dijo Abdolahian.

Residentes en Saná contaron que no había daños al edificio de la embajada en el distrito de Hadda.

Pero Irán insiste en que un ataque aéreo había afectado una plaza pública a unos 700 metros de la embajada y que algunas piedras y esquirlas habían caído en el patio de la sede diplomática.

En tanto, la coalición dirigida por Arabia Saudita que interviene en el conflicto interno en Yemen ha lanzado bombas de racimo en áreas civiles, denunció este jueves la organización Human Rights Watch (HRW), y advirtió que el hecho puede ser considerado un crimen de guerra.