Trípoli.

Más de 70 personas murieron este jueves en dos atentados suicidas perpetrados en Libia, uno contra una academia de policía en Zliten, el cual reivindicó el grupo extremista Estado Islámico (EI), y otro cerca de las instalaciones petroleras de Ras Lanuf, informó la televisora Al Hadath.

En Zliten, un hombre hizo estallar un camión cisterna contra la puerta de un centro de formación de la policía, que dejó también unos 200 heridos. El alcalde de la ciudad, Miftah Lahmadi, señaló que en esos momentos había unas 400 personas en el edificio.

Zliten es una ciudad que alberga a migrantes indocumentados que buscan llegar a Europa. Los contrabandistas que operan en este país son conocidos por responder con violencia a cualquier intento de destruir sus operaciones lucrativas, pero hasta ahora no se habían reportado incidentes como el de este jueves.

En Ras Lanuf, al menos siete personas fallecieron, incluido un bebé de 16 meses, y 11 resultaron lesionadas cuando un hombre hizo estallar su auto cargado de explosivos en la barrera de acceso en el lado oeste de la ciudad. Murieron tres guardias que custodiaban ese punto de acceso a una de las mayores refinerías del país, informó un vocero de la Guardia de Instalaciones Petroleras.

Desde el derrocamiento de Muammar Kadafi, Libia está sumida en el caos con dos gobiernos que se disputan el poder: uno en Tobruk, reconocido por la comunidad internacional, y el otro en la capital, Trípoli, vinculado a la coalición de milicias de Fajr Libya.

El EI, que proclamó un califato en territorio de Siria e Irak en junio de 2014, ha aprovechado el casos para infiltrarse en este país –además de Afganistán, Yemen y Egipto–, donde lucha con las fuerzas de ambos gobiernos y ha reivindicado varios atentados.

El emisario especial de la Organización de Naciones Unidas para Libia, Martin Kobler, condenó el atentado en Zliten y pidió a todos los libios dejar sus diferencias y unirse para combatir el terrorismo.