Ramalá.

Dos palestinos fallecieron este viernes. Se trata de una mujer que según la policía trató de estrellar su auto contra fuerzas israelíes en Cisjordania y un hombre que perdió la vida al ser baleado por soldados en Gaza.

En el primer incidente, una palestina intentó estrellar su vehículo contra militares de Israel en la aldea de Silwad, norte de Ramalá. La policía israelí disparó a la conductora, la cual murió en el lugar, informó la vocera Luba Samri.

Autoridades de salud palestinas la identificaron como Mahdia Hammad, de 38 años.

En el segundo incidente, las fuerzas israelíes dispararon a palestinos que intentaban saltar la cerca fronteriza con Israel. En el choque murió Hani Wahdan, de 22 años, comunicaron funcionarios de salud palestinos.

Desde mediados de septiembre han fallecido unos 20 israelíes atacados a tiros, puñaladas y embestidos con automóviles.

Al menos 126 palestinos han sido abatidos por las fuerzas israelíes, de los cuales 86, según Israel, han agredido a israelíes.

Violencia agravada

Las fuerzas de seguridad de Israel ultimaron el jueves a cuatro palestinos en Cisjordania, tras ataques antisraelíes o choques con militares, en un contexto de violencia exacerbada por la difusión de imágenes de judíos festejando el deceso de un bebé palestino quemado vivo.

Las imágenes, filmadas hace unos 10 días durante una boda, muestran a un grupo de jóvenes judíos ortodoxos que bailan alzando armas de fuego mientras destrozan una fotografía del bebé Alí Dawabsheh.

En un incendio provocado en la localidad palestina de Duma, en julio pasado, murió un bebé de 18 meses. Sus padres fallecieron poco después, a consecuencia de las graves quemaduras sufridas. Varios activistas judíos han sido detenidos como supuestos autores del crimen.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, condenó ese comportamiento. Las imágenes muestran el verdadero rostro de un grupo que amenaza a la sociedad y la seguridad de Israel.

Demuestran lo importante que es el trabajo de los servicios secretos internos Shin Bet, dijo Netanyahu, después de que extremistas acusaran a ese organismo de torturar a los sospechosos.

El ejército considera que aquel ataque fue uno de los desencadenantes de la ola de violencia que sacude la región y que hasta ahora se ha cobrado la vida de 20 israelíes y más de 130 palestinos.