Estambul.

Al menos 18 personas, entre ellas seis niños, murieron ahogados y otras dos están desaparecidas al hundirse el jueves pasado, cerca de la costa de Turquía, un barco con migrantes que intentaban llegar a Europa, informó la agencia oficial de noticias turca Anadolu.

La embarcación, que se dirigía a una isla griega del mar Egeo, naufragó en aguas próximas a la ciudad de Esmirna, en el oeste de Turquía, según la guardia costera turca.

Dos personas se ahogaron y al menos 12 resultaron heridas en su intento por alcanzar el pequeño territorio español de Ceuta, norte de África, al nadar desde costas marroquíes y escalar una cerca de alambre de púas, comunicaron las agencias noticiosas de España y Marruecos.

De los 250 migrantes que asaltaron masivamente la frontera, 180 lograron entrar en el enclave español de Ceuta, aprovechando que la vigilancia de la valla fronteriza se relajó por las fiestas navideñas, y 104 fueron detenidos por la policía marroquí, afirmó el periódico ceutí El Faro en su edición online.

Voluntarios de la Cruz Roja atendieron a 12 migrantes por heridas de distinta gravedad, como cortes, fracturas, hipotermia y síndrome de ahogamiento, manifestó la organización en un comunicado.

La guardia costera italiana dijo que el viernes llegaron 751 migrantes procedentes de Turquía y el norte de África, con lo que suman 2 mil 100 refugiados rescatados en seis operaciones desde el inicio de esta semana.

Mientras tanto, unos mil 700 migrantes y refugiados llegaron ayer al puerto del Pireo, lo cual eleva a más de 12 mil la cifra de personas que desde el pasado lunes han arribado a esa localidad griega en su intento por avanzar hacia Europa occidental, indicó la guardia costera griega.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) informó a principios de semana que en lo que va del año más de 800 mil personas llegaron a Grecia desde Turquía a través del mar Egeo y 150 mil arribaron del norte de África a Italia.

Un hogar de refugiados en construcción fue incendiado en plena Nochebuena en una localidad del sur de Alemania, dieron a conocer la policía y el gobierno local.

El nuevo episodio de violencia contra los refugiados se registró en Schwädisch Gmünd, cerca de la ciudad de Stuttgart, en un edificio que se edifica y deberá albergar a hasta 120 refugiados el año próximo.