Durango, Dgo.

Desde que aumentó la vigilancia en la ruta que recorre La bestia –tren donde viajan encaramados los centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos–, los migrantes están buscando otros caminos y uno es la frontera de Ciudad Juárez, Chihuahua, con El Paso, Texas, señaló Arnulfo León Campos, delegado en Durango del Instituto Nacional de Migración (INM).

Para llegar a ese punto los migrantes han hecho de la región de La Laguna un punto de tránsito. Sólo en la carretera que comunica de esta zona a Chihuahua ha aumentado 246 por ciento el número de retenidos por el INM, agrega.

Llegan a Torreón, Coahuila, a la casa del migrante, donde comen algo y pasan las noches. Se quedan varios días, ya casi sin dinero, y salen a las calles de la ciudad de Gómez Palacio, Durango, para pedir la ayuda a los automovilistas y a la gente, comenta.

El dinero que juntan –hasta 600 pesos diarios, según han platicado los centroamericanos al personal del INM– lo usan para proseguir su viaje hacia la frontera.

El año pasado la delegación de Durango retuvo a 150 centroamericanos que buscaban llegar a Estados Unidos. Este año, al cierre de noviembre, se contabilizaron 520 personas retenidos, entre ellas cien menores, de los cuales 50 viajan sin padres o familiares.

Los menores interceptados tienen entre dos y 17 años, pero predominan los de 8 y 12 años, según datos del INM.

Este año, aparte de hondureños, ecuatorianos, guatemaltecos, salvadoreños y dominicanos, también han sido retenidos nepaleses e indios.

En ocasiones viajan en taxi varios kilómetros para pasar el punto de revisión que se instala en la carretera a Chihuahua, cerca de la comunidad de León Guzmán; más adelante se suben a los camiones de transporte público para evitar los retenes y continúan su travesía.